No hubo descorches, tampoco baño de champagne. El ánimo no invitaba a ninguna celebración, aunque Charles Leclerc no pudo evitar la emoción. Firmó su primera victoria en la Fórmula 1 en el circuito de Spa-Francorchamps. El escenario que el sábado se tiñó de luto con la muerte del talentoso francés Anthoine Hubert, piloto de la F.2.

“Crecimos juntos. Mi primera carrera la hice con él, también estaban Esteban Ocon, Pierre Gasly. No puedo disfrutar completamente de este triunfo”, dijo el monegasco, quien dominó el fin de semana en el Gran Premio de Bélgica.

Escoltado por Lewis Hamilton y Valtteri Bottas, las espadas de Mercedes, en la decimotercera fecha del calendario logró dibujarle una sonrisa a Ferrari: la Scuderia se trepó por primera vez en la temporada a lo más alto del podio.

Ferrari rompió con la sequía de 15 Grandes Premios sin triunfos. Fue Leclerc, el que se quedó vacío en Bahrein, cuando el motor perdió potencia y debió contentarse con el tercer puesto, casualmente por detrás de los dos pilotos que lo precedieron en Spa-Francorchamps.

Si aquella vez fue al podio en condiciones anímicas que no eran las ideales, ahora sus ojos no dejaron de enfocarse en el cielo.

“Por un lado, un sueño que se tiene desde niño que se hizo realidad. Pero perdí a un amigo y es muy difícil estar en estas situaciones. Me gustaría dedicarle mi primera victoria”, le dijo al expiloto David Coulthard, durante una entrevista, apenas dejó la butaca del auto ganador.

El brazalete negro, sus dedos índices apuntando al firmamento, la leyenda Corriendo por Anthoine que llevó en el Cavallino Rampante y el mensaje “Descansa en paz Tonio” que lució en el volante, muestras del afecto que había entre el francés y el monegasco.

Apenas un año los separaba, Hubert tenía 22 años de edad, contra los 21 de Leclerc , y compartieron y disfrutaron de muchas batallas desde los días en que competían en karting. Los envolvía el mismo sueño, las mismas ilusiones.

El monegasco parece estar signado por la tragedia: dos años atrás, cuando participaba con el equipo PREMA Racing de F.2, murió su padre Hervé; el deceso se produjo tres días antes de la carrera en Bakú. En su última charla con Hervé, apeló a una mentira piadosa, confesó en una entrevista concedida a la BBC: “Siempre soñó en que fuera piloto de F.1, así que le dije que me habían garantizado una butaca para 2018, algo que por entonces no era verdad. Pero al final no le mentí”.

No fue el único golpe que debió asimilar. A pesar de ser dos años menor, Leclerc tenía una entrañable amistad con Jules Bianchi, el francés que protagonizó la última desgracia de la F.1: un gravísimo accidente en el GP de Japón en 2014, cuyas secuelas lo mantuvieron nueve meses en coma, cuando murió. Leclerc empezó a competir en karting en las pistas de Brignoles, propiedad de Philippe Bianchi, el padre de Jules. Las dificultades financieras del monegasco encontraron un alivio en Bianchi y Nicolás Todt -hijo de Jean, actual presidente de la FIA-, quienes encontraron los medios para que no desistiera.

Así como Leclerc firmó en Spa-Francorchamps su primer éxito en la F.1, el 30 de agosto de 1992, en el mismo trazado, Michael Schumacher obtenía el primero de los 91 triunfos en el Gran Circo. El alemán se había estrenado 371 días antes, con Jordan Grand Prix en una carrera que lo tuvo apenas 25 segundos en la pista, por la rotura del embrague.

Veintiocho años atrás, Schumacher destrozó a su compañero de equipo Andrea De Cesaris en las prácticas y en la qualy, lo mismo que hizo el reciente fin de semana Leclerc, que marcó una diferencia de siete décimas con Sebastian Vettel. Con el arrollador andar, el monegasco, que en el GP de China debió cederle el puesto a Vettel, ahora impone condiciones en la Scuderia: en su primer año corre apenas 12 puntos por detrás por quien en el inicio de la temporada era la mejor espada de Maranello.

Leclerc , es el primer piloto monegasco en ganar en la F.1. El calendario llevará el fin de semana la categoría a Monza, la casa de Ferrari, un escenario en donde los tifosi podrían consagrar a un nuevo Commendatore.

 


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