René Reyes está inspirado y lleva seis hits esta semana / Archivo
René Reyes cierra en gran modo ua temporada de logros brillantes para él / Archivo

Cuatro hits, solamente. René Reyes amaneció este viernes apenas a cuatro cohetes de una hazaña con muy pocos precedentes en la LVBP. Es un trecho muy corto para recorrer por quien ya suma 996 inatrapables en su carrera y que este jueves sumó tres, para ponerse a tiro de millar. El toletero nacido en Margarita puede sentirlo y su familia está en Puerto La Cruz para presenciar la gesta.

Reyes comenzó la semana a 10 imparables de la difícil meta. Ocho peloteros han dado 1.000 en la pelota profesional venezolana y el único ambidiestro ha sido Tomás Pérez. Pero se siente inspirado, ahora que lo ve tan cerca.

“El miércoles me llamó mi mamá”, contó el oriental, entrevistado por el periodista Eduardo Acosta en el circuito radial de sus Caribes de Anzoátegui. “Ella venía en la carretera y le dije: ‘Mamá, la voy a bombear’. ‘¿Qué es eso?’ ‘Bueno, que voy a dar jonrón’. Me llamó (al día siguiente) en la mañana y me dijo: ‘Te di suerte’. Y le respondí: ‘Hoy también la bombeo’. Y Gracias a Dios, salió este otro jonrón”.

Reyes, en efecto, la sacó en días consecutivos y en total envió seis batazos a tierra de nadie en la serie de tres topes ante los Bravos de Margarita. En el duelo final tan solo le faltó el triple para la escalera. Él lo sabía. Y porque le están saliendo las cosas, porque su average ha subido de .244 a .298 desde que empezó la semana, se permitió buscar el tribey en sus últimos dos turnos.

No lo logró, pero fue la figura ofensiva en otro lauro de la tribu y ya acumula 13 empujadas en 15 encuentros durante este campeonato.

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“Me acuerdo cuando llegué a 900”, declaró el jardinero nacido hace 41 años. “Tenía 896 y di cuatro hits contra los mismos Bravos, aquí (en el estadio Chico Carrasquel). Dos a la derecha y dos a la zurda. Ahora, que sea lo que Dios quiera este viernes”.

La visita de los Bravos dejó a Reyes con 996. Su parentela se ha trasladado a Puerto La Cruz, con la esperanza de estar con él cuando entre a esa lista que encabeza el legendario Víctor Davalillo. Es un club exclusivo, que recibió a su último integrante hace 12 meses, José Castillo.

“Quiero darlos aquí, porque aquí está mi familia”, confesó. “No quiero que tengan que viajar para verlo en otro lado”.


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