Se esperaba que Derek Jeter igualara a Mariano Rivera y entrara de forma unánime al Salón de la Fama. Pero uno de los votantes tenía otros planes.
Apenas una boleta dejó de llevar el nombre de el ex campocorto de los Yanquis de Nueva York, que se quedó cerca de ser apenas el segundo en alcanzar este hito en la historia. Ahora es el jugador de posición con mayor porcentaje de votos con 99.7%.
Las redes sociales se incendiaron con aficionados iracundos y analistas ofendidos que tratan de adivinar quién pudo negarle el voto. Pero a Jeter, ahora uno de los dueños de los Marlins de Miami, parece no importarle mucho.
«Miro todos los votos que obtuve», dijo Jeter al New York Post este martes, acerca de no lograr una elección unánime. «Tratar de lograr que tanta gente esté de acuerdo en algo, es bastante difícil de hacer».
No había dudas de que Jeter lograría su lugar en Salón de la Fama, pero aun así no fue un día tranquilo para él.
«Este no fue un día relajante. Estaba nervioso. Es el honor supremo, un sueño hecho realidad, el honor más alto que un jugador puede recibir”, agregó en su entrevista con el medio neoyorquino.
Jeter vistió la camiseta de los Yanquis por 20 temporadas, que fue lo que duró su brillante carrera en las Grandes Ligas. Con el equipo del Bronx ganó cinco títulos de la Serie Mundial.
Se despidió con 3.465 hits, 260 cuadrangulares, un promedio de bateo vitalicio de .310 y 1.311 carreras remolcadas. Fue Novato del Año en 1996, cinco veces ganador del Bate de Plata, 14 veces All Star y coleccionó cinco Guantes de Oro.
Nunca fue MVP y lo más cerca que estuvo fue con el segundo lugar en 2006. A pesar de todo eso, no pudo evitar estar inquieto el día del anuncio.
«Francamente», dijo Jeter en MLB Network. «Estaba bastante nervioso y cuando recibí la noticia realmente no sabía qué decir».