Dos goles de Harry Maguire y Dele Alli sirvieron para que, 28 años después, Inglaterra vuelva a jugar una semifinal de un Mundial de fútbol, tras derrotar ayer en partido de cuartos a Suecia (0-2), en Samara, donde el equipo de los «Tres Leones» se reencontró con su historia.

Inglaterra, campeona del mundo en 1966, casi siempre candidata a todo y acreedora a nada, ha vuelto, quizá en el momento menos esperado, con un equipo muy joven e inexperto, a la elite del fútbol mundial. Y el próximo miércoles jugará, en el estadio Luzhniki de Moscú, el mismo que albergará el partido decisivo, el 15 de julio, la semifinal contra Croacia.

El fútbol vuelve a casa («Football’s coming home»). Tal y como rezaba el himno de la Eurocopa del 96, que Inglaterra organizó con el exiguo botín de una semifinal en la que cayó ante Alemania, en los penaltis. En la que el lanzamiento decisivo lo falló su actual seleccionador, Gareth Southgate, absolutamente redimido de ese error con lo que ya ha alcanzado, merced a un grupo con margen de mejora.

Sin practicar un fútbol espectacular, doblegó a la sobria y compacta Suecia; pasó a la semifinal y desencadenó el delirio en Inglaterra, donde la cerveza fluye en unos ‘pubs’ cuyas televisiones repetirán una y mil veces las imágenes en blanco y negro de Bobby Moore alzando, hace 52 años, el trofeo Jules Rimet, en Wembley.

Emil Krafth, por el sancionado Mikael Lustig, y Sebastian Larsson, de vuelta tras su partido de sanción ante Suiza en octavos (1-0), fueron las novedades de Suecia, con su dúo de centrales, Victor Lindelöf y el capitán Andreas Granqvist, una línea medular de cuatro; y sus dos puntas habituales, Marcus Berg y Ola Toivonen.

Un perfecto centro de Lingard, en el 59, sirvió para que Dele Alli, de nuevo de cabeza, batiese por segunda vez a Olsen. Suecia reaccionó, pero Pickford -que antes del Mundial sólo había defendido tres veces, en amistosos, la portería inglesa- le dio la razón a Southgate, que confió en él, desviando una ocasión clara de Claesson.

Adiós al anfitrión. Croacia venció a Rusia por 4-3 en definición por penales tras empate 2-2 y avanzó a semifinales del mundial de Rusia-2018, donde se enfrentará a Inglaterra.

Ivan Rakitic, como ya hiciera en octavos contra Dinamarca, se encargó de anotar el quinto y definitivo remate de los croatas desde los doce pasos para darle la clasificación a su país a semifinales.

Un gol de cabeza de Domagoj Vida en el minuto 101 puso a Croacia al frente en el alargue 2-1 pero Mario Fernandes a los 115 minutos, también de cabeza, igualó a dos en el partido jugado en el estadio Olímpico de Sochi.

El ruso Denis Cheryshev había abierto el tanteador para Rusia con un golazo desde fuera del área a los 31 minutos y Andrej Kramaric empatado para los croatas ocho minutos más tarde.

En la tanda de penales, Danijel Subasic detuvo el tiro de Fedor Smolov y Mario Fernandes envió su disparo afuera, dejando colgadas de un hilo las esperanzas y sueños de los rusos de alcanzar las semifinales mundialistas por primera vez desde la desaparición de la Unión Soviética.


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