El venezolano Ozzie Guillén, primer latinoamericano en ganar una Serie Mundial como dirigente, manifestó este lunes que lamentaba la situación del ex mánager puertorriqueño de los Astros de Houston Alex Cora por su participación en el escándalo de robo de señales ocurrido en 2017.

Dijo que las secuelas perdurarán como «una nube negra y larga».

«Es lamentable lo que pasó. Nunca puedo hablar mal de Alex porque él es un hijo para mí. Lo que se hizo no es bueno para el beisbol, pero estamos señalando a Alex por todo. No es justo», matizó Guillén en una entrevista con Efe.

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Una investigación de las Grandes Ligas encontró una confesión del lanzador Mike Fiers, quien fue parte de la plantilla de los Astros en la campaña de 2017, según la cual la franquicia puso cámaras de video en los jardines del campo para espiar las señas del receptor al pitcher de los equipos rivales.

Las señales eran comunicadas a los bateadores a través de golpes con los mismos bates a cestos de basura próximos.

«No es porque sea amigo de Alex, sino porque si a nosotros (los latinoamericanos) nos tienen en Estados Unidos un poco apartaditos, nos acusan de las cosas malas y pues tampoco nos apoyan en las cosas buenas, a menos que quedes campeón», agregó.

Asiste a la Serie del Caribe

Guillén asiste a los partidos de la Serie del Caribe. La novena colombiana Vaqueros de Montería la dirige por su hijo menor, Ozney.

En la temporada 2005 Ozzie Guillén se convirtió en el primer latinoamericano en dirigir un equipo al campeonato de las Grandes Ligas.

Luego, en 2018 Cora hizo lo propio con los Medias Rojas de Boston y en el 2019 Dave Martínez lo copió con los Nacionales de Washington.

Antes de ser piloto de los Medias Rojas, Cora dirigía la banca de los Astros de Houston en la campaña de 2017 que terminó con el título de la Serie Mundial.

La denuncia del robo de señas la admitió a la prensa estadounidense el lanzador Mike Fiers, quien formó parte del equipo de los Astros que ganó el título en 2017.

Tras la confesión, las Grandes Ligas y su comisionado, Rob Manfred, comenzaron una investigación contra los Astros, que en aquel entonces dirigía AJ Hinch.

Finalmente, el 14 de enero, los Medias Rojas anunciaron la salida de Cora, un día después de que Manfred lo vinculara en el escándalo de robo de señas.

El puertorriqueño y la novena de Boston coincidieron en que la desvinculación era lo mejor para las partes.

El escándalo derivó además en la destitución de Hinch y Jeff Luhnjow, gerente general de ese equipo, después de que Manfred los suspendiera durante toda la temporada 2020 por su participación en la trampa.

El despido se dio después de que Manfred divulgó un informe de nueve páginas con el resultado de la investigación llevada a cabo por su oficina y en la que cita 11 veces a Cora, que a la vez fue descrito como la persona clave en la planeación y ejecución del sistema de robo de señales.

as investigaciones indican que los Astros fijaron una cámara detrás del jardín central para descifrar las señales de los receptores a los lanzadores.

Luego, los peloteros daban un número determinado de golpes en un cesto de basura, para avisar a su compañero en la caja de bateo qué lanzamiento se les haría.

La oficina de Manfred había investigado también acusaciones de que los Medias Rojas habían robado señas durante la temporada de 2018, en la que terminaron conquistando el Clásico de Otoño.

La situación salpicó también al ex pelotero puertorriqueño Carlos Beltrán, quien formó parte del equipo campeón de los Astros en 2017, al ser entonces despedido por los Mets de Nueva York como dirigente del equipo días después de la salida de Cora.

«Lo que está pasando en el beisbol completo, no solo en Houston, es una nube negra y larga. Pero como decía Cheo Feliciano, ‘después del huracán, sale el sol’. Y ojalá este sol salga para Estados Unidos. No es no olvidar, pero no tratar de resaltar las noticias malas ni negativas», expresó Guillén.


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