Hay historias que no se repiten dos veces. Y no porque no sea posible, sino porque los protagonistas intervienen para evitarlo. Marcelo Gallardo aprendió la lección luego del superclásico en el torneo local y esta vez River supo zafarse del defensivo 4-1-4-1 planteado por el conjunto xeneize, el mismo dibujo que usaron en aquel 0 a 0 del estadio Monumental.

Algunos fanáticos no se habían acomodado del todo en sus asientos y ya el planteamiento de Gustavo Alfaro había recibido su primer golpe: penal (vía VAR) para River y Santos Borré, el mismo que lo sufrió, lo convertía. Minuto 7 de partido.

La idea de Boca parecía clara, aunque muy poco vistosa. La desventaja en el marcador evidenciaba aún más sus limitaciones: balones en largo a Ramón Ábila e incorporación de Mac Allister y Capaldo, volantes interiores, para intentar ganar las segundas jugadas y hacer daño desde la media distancia. De hecho, según los datos de @Driblab, 47,5% del total de los pases del equipo xeneize en el partido fueron verticales, pero de igual forma Ábila dio la sensación de estar exageradamente aislado durante todo el partido.

Ábila no pudo influenciar demasiado en ataque

A pesar de lo predecible y poco versátil de su propuesta, Boca generó algunas ocasiones de peligro en la primera parte, aunque su peligrosidad se fue diluyendo a medida que avanzaba el partido. Parte de la explicación de ese bajo rendimiento, por supuesto, se debe a la buena tarea defensiva de River. Según @Driblab, El equipo de Alfaro promedió apenas 4,5 pases consecutivos antes de que los locales se hicieran de nuevo con el esférico, y el director de orquesta de esa gran presión en la medular fue Enzo Pérez.

Enzo Pérez fue el líder de River en el mediocampo

En el segundo tiempo se acentúo el dominio local, y el ingreso de Ignacio Scocco a la cancha le dio mucho más dinamismo al ataque millonario. El conjunto de Marcelo Gallardo le dio amplitud a la cancha, y a pesar de unas buenas intervenciones del guardameta Andrada, River consiguió la segunda diana: una muy buena jugada colectiva por la banda derecha desembocó en un centro rasante que Ignacio Fernández, de los mejores del partido, empujó al fondo del arco.

River superó con claridad a Boca en el segundo tiempo

Con esta victoria, River consigue una importante ventaja en el marcador global para visitar La Bombonera e intentar clasificar a su segunda final consecutiva de la Copa Libertadores. A pesar de que un 2 a 0 sigue siendo inconcluso, la ventaja pudo haber sido mayor si no hubiese sido por las intervenciones oportunas del central Carlos Izquierdoz y del arquero Esteban Andrada.


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