Gabriel Cichero - Entrevista

Lo de Gabriel Cichero no es un show, aunque muchos lo crean. Bien sea por sus acciones (hacerse una corona con las manos reiterando su mentalidad y actitud winner) o por sus trepidantes gritos en el campo, (¡Vamos que sí se puede, somos ganadores!), quienes lo ven, escuchan y/o siguen, insisten en que se creó un personaje ahora que regresó al fútbol. Nada más alejado que la realidad. «Yo soy así desde que me levanto hasta que me acuesto. Es mi forma de conectar con la gente», insiste siempre que puede. «Soy un ganador, gústele a quien le guste«.

El futbolista venezolano sonríe más de lo que frunce el ceño y su discurso va de la mano con lo que profesa: no hay límites si se tiene una mentalidad ganadora. La depresión que lo acosó durante largos años, ya no tiene control sobre él. Al contrario, se convirtió en la aliada que le dio un nuevo sentido a su vida. Actualmente reside en Barcelona, España, junto a su esposa y dos hijos. «Soy el mejor padre y esposo que puedo ser».

Tenía alrededor de dos años retirado de las canchas, pero hoy es un Porcino luego de ser seleccionado entre 12.000 candidatos. De esta manera, a sus 38 años de edad, volvió a la cancha con victorias personales, planes con la Vinotinto y Ser Defensor, y un largo camino por recorrer en una peculiar liga que pretende cambiar el curso de la historia del fútbol: la Kings League (KL).

Gabriel Cichero sin reparo

El calendario marcaba viernes 27 de enero cuando se llevó a cabo esta entrevista. Puntual, a las 2:15 pm (hora de España), el caraqueño se conectó a través de Zoom para dar detalles sobre sus más recientes logros, pero también para hacer énfasis en lo que considera el más grande de sus éxitos hasta ahora: ser un verdadero winner.

—¿Cómo está, Gabriel?

— Mejor que nunca (se encogió de hombros). Agradecido de estar aquí.

—Se ve. Qué bueno que la vida lo trate bien.

—No me puedo quejar (sonrió).

—¿Podría deberse a su filosofía de ser #unfuckingwinner (ser un m*ldito ganador)?

—No podría… Es por eso (acentuó).

—Hace dos días publicó un tuit bastante interesante en el que asevera que «todo en la vida es posible, pero hay que ser #unfuckingwinner y cambiar el chip rápido». ¿Cómo se logra eso?

—Intentándolo. Creo que la mejor carrera que he hecho en mi vida es esa: intentarlo. Siendo futbolista y con el fracaso respirándote en la nuca, levantarme una, dos y cien veces, fue obligatorio para mí. Así como lo es triunfar. Precisamente por eso estoy dispuesto a ayudar. No necesito dinero o que me regalen nada. Simplemente quiero conectar con la gente para que sepan que no están solos.

—Este es un Gabriel Cichero que probablemente pocos conocen. Una suerte de coach motivacional. ¿De dónde sale?

—Nada que ver. No es mi rol (risas). Cada quien en lo suyo, sin embargo, ser deportista no me limita y puedo ser alguien que se inspire en hacer el bien. ¿De dónde viene? De las tormentas que viví, de los problemas que han cruzado mi puerta sin yo darles permiso. He pasado momentos muy duros, cosa que es fácil que la gente que no me conoce pase por alto. Mi background familiar no es el mejor: vengo de un divorcio que me marcó hasta la adultez, mi papá partió de este plano muy pronto, la angustia emocional se volvió mi peor enemiga, la depresión fue como mi segundo nombre, sufrí de ataques de pánico constantes y, para rematar, me enfrenté cara a cara con la desaprobación y la negatividad de la gente hacia mí. Esto último tumbaría a cualquiera y, de hecho, lo hizo conmigo. Por eso dejé de jugar fútbol. Tuve que parar porque mi vida pública era tan dañina y tóxica que me estaba destruyendo. Me rendí justo antes de la pandemia. Sin embargo, en el ínterin entendí que la única manera de no darle la razón a desconocidos era levantarme haciendo justo lo que más quería: jugar. No podía darle la razón a quienes apostaban por verme hundido. Tampoco quería. En ese momento me avoqué de lleno transformarme física, mental y espiritualmente. Me levanté y entrené –detrás del telón– sin parar. Con una nueva mentalidad rigiendo mi realidad, creé un programa llamado Creating winners. Eso, al final, es lo que he hecho toda la vida. Creerme y hacerme ganador. Ante el miedo, las dificultades, las lesiones y los golpes. Así quise conectar con la gente y transmitirles esa mentalidad de ganadores.

Cichero en la Kings League

Creando ganadores

—¿Es tan fácil hacerlo como decirlo?

—Los momentos difíciles no pueden controlarnos a menos que los dejemos. Eso, precisamente, es lo que quiero compartir con el mundo, mostrando que todos podemos ser un factor de cambio. Algo que quiero que tengan claro es que no soy un show, yo soy así. Me levanto y me miro al espejo y digo: «Vamos, eres un ganador. ¡Vamos que puedes hacerlo!». Pongo música que haga click con mi estado de ánimo y comienzo mi día. Esa es mi forma de conectar con la gente.

—Entonces, al día de hoy, ¿quién es Gabriel Cichero?

—Un hombre que ama el fútbol. Nunca he robado a nadie, no soy corrupto y tengo mi consciencia en paz. Tampoco sé cómo hacer daño. Soy papá de dos niños que trato de educar con la mayor seriedad posible. Soy un esposo fiel, tengo una esposa ejemplar y eso para mí vale más que cualquier otra cosa. Digan lo que digan, yo mismo me defino como un ganador.

Nadie puede detenerlo

Nacido como lateral izquierdo, Gabriel Cichero también fue defensa central.

Debutó en Montevideo Wanderers y cuenta con un historial de 18 equipos y 10 ligas en su haber. Con una larga carrera vistiendo la camiseta de equipos europeos (su último club profesional fue el Unión Atlética Horta de la quinta categoría del fútbol español), Cichero fue internacional con Venezuela en 64 ocasiones, marcó 4 goles y uno de ellos, quizás el más importante en la historia futbolística de la selección, aquel gol en cuartos de final de la Copa América 2011 ante Chile para meter a la Vinotinto, por primera vez en su historia, en una semifinal de copa continental.

Su padre Mauro, fallecido a principios de 2019, compitió en los Juegos Olímpicos de Moscú con la selección venezolana, mientras que su hermano mayor, Alejandro, también vistió la camiseta de la selección.

Hoy, Gabriel Cichero es un porcino. Pertenece a uno de los 12 equipos que forman la Kings League, una nueva liga de streamers liderada por el exfutbolista Gerard Piqué y la celebridad de internet/gamer, Ibai Llanos.

—¿Cómo llegó a la Kings League? ¿Cómo fue el proceso de selección?

—Fue una historia muy bonita. De hecho, todo comenzó gracias a un Live de Instagram. Mis seguidores seguían repitiéndome acerca de algo llamado Kings League de lo que yo no tenía idea. Sabía que Piqué estaba involucrado, pero nada más. A todo esto, solo quedaba un día para inscribirme a través de una página llamada Info job, uno de los patrocinadores. Logré acceder para que luego me dijeran que tenían que evaluarme como futbolista desde cero. Dudé y lo pensé, pero mi esposa me convenció e hice, literalmente, una entrevista de trabajo con currículo y todo (risas). Me evaluaron y hasta me pidieron un video para estudiar mejor mi desempeño como jugador. Me seleccionaron y quedé entre 12 mil aspirantes. Luego, ese grupo se redujo a 200 y nos citaron en un campo de fútbol. Lo primero que hice al llegar, recuerdo, fue esconderme debajo de mi capucha y sentarme a lo lejos donde nadie me viera, no por falta de humildad sino por vergüenza. Me daba pena estar ahí porque era algo nuevo para mí, no lo entendía. Sin embargo, cuando llegó la hora de estar en la cancha, todo se me quitó. Estaba en el lugar correcto. Di lo mejor de mí y, luego de observar mi desempeño, me escogieron. Así comenzó este boom que no ha parado. Quiero recalcar que no ha sido por suerte. Estuve preparándome por dos años porque sabía que algo me tenía que suceder y, si sucedía, tenía que estar preparado mental y físicamente para afrontar lo que sea. Esa es la clave del éxito de cualquier atleta.

Gabriel Cichero junto al presidente de Porcinos FC, Ibai Llanos

—¿Cuál es su opinión con respecto al formato que crearon Gerard Piqué e Ibai Llanos?

—Es una gran pregunta, pero dame el chance de ser yo el periodista en este momento, ¿qué te parece a ti?

—Es innovador e interesante. Es disruptivo. Se juega con menos miedo y más pasión. Ojo, es mi punto de vista inexperto.

—¿Pero te gusta? (insistente entre risas).

—¿Por qué no? Es diferente. Aunque dicen por ahí que es una «caimanera», ¿no?

—Yo estoy encantado, siéndote sincero. Como futbolista, puedo dar fe de que la Kings League es más que una pachanga o un circo, como dicen en España. Apuesto que esa gente que habla así, quisiera o soñaría estar aquí. Hermano, el día que estás aquí compartiendo cancha con futbolistas de tanto calibre, profesionales y semiprofesionales, te das cuenta de lo que significa todo esto. Es otro nivel de juego. Hay muchos goles, emociones y gritos. Es un gran espectáculo al final de todo. La FIFA, o algunas federaciones han cometido errores garrafales que no son un secreto para nadie. Nosotros estamos regalando entretenimiento muy top con futbolistas profesionales que hacen lo que saben y lo hacen bien. Yo, por ejemplo, juego profesionalmente desde los 16 años, esto para mí no es un show. Es una oportunidad de seguir jugando fútbol y seguir mostrando que un hombre de 38 años puede competir con uno de 22 y ganarle limpiamente, diciéndole que la experiencia vale más que cualquier otra cosa. Además, se contabilizan hasta más de un millón de personas conectadas viendo una serie de partidos que prometen convertirse en un movement deportivo que no parará nadie. Esto va pa’lante, les guste o no.

—¿Y por qué Porcinos FC?

—Me tocó. No conocía a nadie ni ellos sabían quién era yo. Entré como pasa en el draft de la NBA, aquí eligen a los jugadores, no al revés. Ibai tuvo la primera opción de elegir y eligió a un portero. Ya la segunda ronda de selección, me eligió. Recuerdo que cuando nos conocimos, él no tenía idea de a quién había fichado, así que me tocó hablar menos y mostrar quién es Cichero como deportista. Un venezolano que hoy día sigue demostrando que el fútbol de Venezuela y sus jugadores son buenos y que con 38 años sigue siendo valioso.

—¿A qué cree que se deba la gran popularidad de la que goza dentro de la liga? 

—Primero, juego buen fútbol. Además, porque mi energía se conecta con la gente. Sobre todo, con los niños. Eso no lo hace un espectáculo sino una persona que sepa conectar. Yo no necesito inventarme shows. Soy así y me encanta serlo. Me gusta ayudar a la gente y motivarla; no creo en las excusas.

—¿Qué opina de aquellos que dicen que ha creado un personaje para la Kings League?

—Que no están conectados con la mentalidad ganadora. Yo soy así y sigo soñando en grande.

—¿Cree que esta forma de entretenimiento puede llegar a ser verdaderamente trascendental para la industria del deporte? 

—Va en camino. Es decir, ¿cómo explicas que un ‘movimiento flojo’ logre hacer una final en el Camp Nou? ¿Cómo lo haces si no inspiras éxito en un programa? La Kings League está conectando al planeta entero a través de Twitch. De hecho, es tanta la euforia que están llamando a los organizadores desde Asia, Inglaterra y Latinoamérica. Esto puede ser el paso de una liga mucho más seria a nivel mundial de futbol 7, en la que un jugador retirado puede integrarse y servir al juego de nuevo. Ser parte de algo bueno. Tener una liga que te permita trabajar en lo que te gusta, que te haga sentir útil y que te ayude a tener un propósito personal, es algo muy valioso y la KL está alentando a que esto ocurra. Eso de ya no sirvo, estoy muy viejo, ya no estoy para eso no tiene cabida en la Kings.

—¿Se ve jugando la final en el Camp Nou en marzo?

—¡Clarooo! Hoy que estuve entrenando les dije a mis compañeros: Hermanos, el objetivo es el Nou. Somos un gran equipo y tenemos un gran presidente, así que ‘la porcineta’ va con todo. Creo que la liga está lista hasta para hacer torneos internacionales en un futuro cercano y hacer un mini mundial. Eso sería fantástico.

—¿Les están pagando bien en la Kings League?

—Yo nunca he visto a alguien que trabaje gratis (risas). Pero reitero: no me inscribí en la KL por el dinero sino porque conectó la pasión conmigo nuevamente. Antes de ingresar, fundé una academia de fútbol en España que se llama Soy defensor (en la que entrenan niños de 8 años en adelante para formarlos especialmente como defensores y laterales), y deduje que también esto puede ser una buena manera para enseñarle a una comunidad que no me conoce que Gabriel Cichero es un futbolista de alto rendimiento. Aposté en grande y están surgiendo bien las cosas. Con respecto la pregunta, sí. Nos pagan a todos obviamente, pero todo depende de si eres jugador del draft, número 11 o 12; es complicado de explicar, pero todos recién salarios mensuales.

“Déjennos brindarles una oportunidad de disfrutar y de entretenerse; de tener una mentalidad winner. Nunca es tarde”. – Gabriel Cichero

Los detractores de Cichero y la KL

Sobre aquellos usuarios, fanáticos, expertos, celebridades del deporte, entre otros, que no se toman en serio esta liga, simplemente, entiende que «hay gente así».

«Estamos rodeados de personas que no están conscientes o, mejor dicho, que no les importa lastimar a otros. Nadie sabe la situación de aquellos a quienes se están refiriendo. Amigos, tengamos tolerancia y respetemos porque aquí no se le está haciendo daño a nadie. Vayan a un sicólogo, ayúdense. Yo fui y ahora puedo decir que tengo más estabilizada mi vida», subrayó. «Déjennos brindarles una oportunidad de disfrutar y de entretenerse; de tener una mentalidad winner. Nunca es tarde», agregó.

—Con el auge de la plataforma gracias a la KL, ¿Twitch será entonces la red social del futuro?

—Yo soy el claro ejemplo de que sí. No la entendía hasta que me metí de lleno en el universo streaming. Vayan y dense un paseo, valdrá la pena.

—¿Cree que el público joven está perdiendo el interés por el fútbol tradicional como señaló Piqué? ¿Les resulta aburrido?

—Te digo algo: yo no iría a un partido que no me traiga pasión o entretenimiento. Al final estoy gastando dinero. Ojo, sabemos que Twitch es gratis y eso también llama mucha más gente, pero está el factor de asistir a un estadio a ver un partido entre equipos que no necesariamente dan ganas de ver. En la Kings League prometemos emoción y también muchos goles, esa pasión está ahí desde el minuto 1. Como mínimo serán 8, también habrá cartas y sanciones; habrá todo lo que pudiese verse en un partido de la federación, pero sin el miedo detrás de reaccionar apasionadamente tras una jugada; de repente sale un personaje o disfraz al campo y resulta que es Agüero. Ese factor sorpresa no lo hay en ninguna parte. El fútbol es entretenimiento, la gente quiere vivir abrazos y emociones, y siento que los jóvenes se conectan con cada detalle de lo que se ofrece en la plataforma y en este formato. Twitch abrió una ventana que será difícil de cerrar a través de gente poderosa que ha enganchado con el deporte número uno del mundo. Lo virtual es real y eso lo está demostrando la KL.

Sueños Vinotinto

Gabriel Cichero quiere vestir de nuevo la camiseta Vinotinto. «Cuenta conmigo» fue el mensaje que le envió al seleccionador nacional Néstor Pékerman hace un tiempo.

Su último partido con el equipo fue en el Premundial para Rusia 2018, el 17 de noviembre de 2015 en la derrota de Venezuela ante Ecuador 3 a 1.

—¿Qué más te falta por hacer a Gabriel Cichero?

—Es una pregunta que todos en el mundo deberíamos contestarnos. Por mi parte, tengo un lego de vida ya construido, solo me falta enmarcarlo. Quiero llegar a todos los lugares que necesitan progreso a nivel defensivo en el deporte, por ejemplo. De hecho, adelanto que ya estamos por cerrar algo interesante en Venezuela. Es algo que necesitan los entrenadores, los niños y sus padres. La idea es llevar esta mentalidad ganadora a todos los lugares que se pueda porque es lo que hace falta en el mundo. Es la única manera de evolucionar.

—¿Los veremos en un futuro dirigir un equipo o formando parte de la Federación Venezolana de Fútbol?

—No quiero saber nada de la federación, de dirección o gerencia, ese no es mi rol. Mi rol es potenciar equipos y futbolistas, es ayudar a las nuevas generaciones. Lo que me motiva de todo esto es que mucha gente me ha escrito por ese efecto winner que se está viviendo a lo grande también en el país. Los jugadores se llevan, cuando anotan goles, la W a la cabeza. Eso me pone feliz porque no lo hacen por un show sino porque entienden que en la vida todo es mental, todo pasa por la cabeza.

Gabriel Cichero recomienda que, para atraer ese pensamiento ganador, deben verse en el espejo y creérselo. «Salten un poquito que eso despeja la mente y ayuda a despertar el cuerpo, escuchen música que los conecte con lo que son, que los inspire y díganse: ‘Hoy será un gran día», sugirió. «La vida es una, ¿por qué no sacar lo mejor de ella? ¿Quién no quiere ser un winner hoy día? ¿Quién no quiere pensar, comer, entrenar y llevar la vida como un(a) ganador(a)? Es mentira si te dicen que no, pero hay que prepararse. Es trabajo duro, pero vale la pena».

Para más información de Gabriel Cichero en Twitch, ingresar a su perfil oficial. Para saber más acerca de la plataforma streaming Twitch, ingresar al siguiente link.


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