Las primeras sanciones han caído sobre el fútbol griego y sobre el presidente del PAOK Salónica, Ivan Savvidis, quien no podrá acceder a los estadios durante tres años debido a su reciente invasión en el terreno de juego con una pistola en la cintura.
Tras haber irrumpido en el terreno de juego con un arma en su poder el pasado 11 de marzo en un partido ante el AEK Atenas para protestar por una decisión arbitral perjudicial para su equipo, Savvidis fue multado con 100.000 euros por la Superliga griega.
El PAOK pierde, además, tres puntos en la tabla, lo que le relega al tercer puesto, y deberá pagar una multa de 63.000 euros.
Pero sobre el fútbol griego pesa una amenaza mayor: el comité de vigilancia de la FIFA recomendó la suspensión de la Federación, según la página griega de deportes DSNA, que publicó un informe en este sentido redactado por su presidente, Herbert Hübel.
«La sanción es dura, es el resultado de la presión por la tormenta mediática contra el PAOK», comentó el club heleno, indicando que recurrirá la decisión. La sanción no doblegará al PAOK, añadió el club en un comunicado, afirmando que ejerce de «chivo expiatorio» y que paga por todos los «pecados» del fútbol griego.
La irrupción en el terreno de juego con una pistola al cinto de Savvidis, de 59 años de edad, provocó la interrupción durante unas semanas del campeonato griego, que se reanudará este fin de semana
Dirigido por influyentes empresarios con relaciones privilegiadas con el mundo de la política, el fútbol griego es sacudido periódicamente por episodios de violencia y por casos de corrupción.
El PAOK deberá disputar sus tres próximos partidos como local a puerta vacía, mientras que su director, Lubos Michel, queda expulsado de los estadios durante tres meses y deberá pagar 15.000 euros por amenazas al árbitro del partido ante el AEK.