Una vez concluido el Módulo 16 entre Mérida y Caracas, la Vinotinto sub 20 cambia el foco y piensa en lo que serán los Juegos Suramericanos (Odesur), los cuales se desarrollarán en Cochabamba, Bolivia, a partir del lunes 28 de mayo. A nueve meses de haber iniciado el proceso de preparación para el Sudamericano de Chile, el seleccionador Rafael Dudamel hizo un balance tanto del trabajo como de los jugadores que hasta ahora han estado presentes en el nuevo ciclo.

«Nosotros hemos rodado en esta preparación de la nueva generación sub 20, dos semestres, y hemos llegado a un punto bastante importante para nosotros, donde ya se van filtrando y definiendo muchos nombres, unos por muy buena evolución y otros que naturalmente entran en una etapa en la que no avanzan. Seguimos insistiendo en la observación de todo el trabajo que van haciendo en sus equipos, en los minutos que van jugando”, comentó al departamento de prensa de la Vinotinto. 

Consideró que tanto los Juegos Bolivarianos en noviembre de 2017 como el Cuadrangular Internacional disputado en Paraguay en marzo del presente año, han ayudado a la evolución del equipo, que ahora tendrá dos retos más para seguir afinando detalles para el reto mayor. Aunque la generación anterior comenzó a dar frutos en lo que a categorías inferiores se refiere, aún resta camino por recorrer; no obstante, confía plenamente en el trabajo que se realiza con cada uno de los procesos formativos y aspira a conseguir grandes alegrías muy pronto.

«Es un camino largo que hay que transitar con mucho tacto, pero que se hace muy placentero el poder recorrerlo con tanto talento que se esfuerza diariamente, que siempre tiene una disposición, alegría, una sonrisa y muestran el orgullo de representar a la selección. En los más jóvenes nosotros nos fortalecemos porque es en ellos que encontramos esa ilusión que se siente el primer día y que ellos te contagian para estar siempre activos, vigentes, actualizados. Estos jóvenes sub 20, al igual que los sub 15 del profesor Piedrahita y los sub 17 del profesor José Hernández, van mostrando que este movimiento de selecciones que hemos tenido en los últimos años nos van a dar muchas alegrías», añadió.

Un termómetro

Para el seleccionador, los Odesur serán claves para empezar a medir los resultados de casi un año de preparación en la categoría y también para conocer la actualidad del trabajo que vienen haciendo las demás selecciones, mismas que volverá a enfrentar dentro de unos meses en el Sudamericano.

«Es una etapa que va a ser de muy buenas conclusiones. Va a ser un mini Suramericano y de ahí vamos a empezar a tener un termómetro, no solamente para el rendimiento de nuestra selección, la competencia interna nuestra, sino también mirar desde ya a los rivales. Ya los empezamos a conocer desde los Bolivarianos en el segundo semestre del 2017. En estos juegos de Odesur, un 60 o 70% de lo que va a ser el Suramericano lo vamos a tener plasmado ahí», indicó.

Dudamel no solo se plantea un proceso de observación y de medición, sino que el grupo también llega con aspiraciones de avanzar de fase y poder conseguir alguna medalla en el certamen de Bolivia y de esta forma seguir motivando a los jugadores hacia el rumbo que se quiere.

«Alcanzar medalla en los Juegos de Odesur, significaría para nosotros la motivación y el entusiasmo para el Suramericano sub 20, rumbo a Polonia. Al final es parte de la preparación en la que siempre buscamos sacar conclusiones positivas, detectando cuanto más podemos potenciar a nuestros muchachos, a nuestra selección sub 20. Se trata de aprovechar de cada etapa cada competición para seguir elevándolos como profesionales», culminó.

Con información de Prensa Vinotinto


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