La dirección catarí convenció al brasileño Neymar para jugar por el París Saint-Germain (PSG) prometiéndole un equipo que le ayudará a ganar el Balón de Oro, pero mes y medio después de esa contratación récord, el técnico español Unai Emery, se topa con una lucha de egos entre Neymar y Edinson Cavani.

El roce entre el futbolista más caro del mundo y el goleador uruguayo comenzó hace semanas y, en el partido de ayer, millones de telespectadores fueron testigos de la disputa al minuto 79, en el PSG-Lyon.

Un penalti cometido a Kylian Mbappé, cuando el marcador estaba 1-0 para los parisinos, mostró la tensión entre ambos.

Cavani, el máximo goleador del equipo con nueve goles, enfiló hasta el punto fatídico para patear el balón y Neymar se le aproximó para ser el pateador, pero el mismo no accedió y erró el penalti.

El entrenador del PSG Unai Emery, no dejó claro quién era el lanzador oficial de penaltis, “creo que los dos son capaces de ponerse de acuerdo inteligentemente en el terreno de juego. Después, desde dentro, vamos a equilibrar los turnos de lanzamiento, porque creo que los dos son capaces y quiero que se alternen», dijo.

Neymar necesita los penaltis y las faltas para desafiar la supremacía de los dos mejores futbolistas del mundo en la última década; el portugués de Real Madrid Cristiano Ronaldo y el argentino Lionel Messi.

El capitán «canarinho» cuenta con cinco goles y seis asistencias en seis partidos con su nuevo club, lejos de los ocho que tiene su ex compañero Messi.

Y Cavani, uno de los goleadores más reputados de Europa, en plena carrera por la Bota de Oro con sus nueve dianas, también necesita los tiros libres para aumentar sus estadísticas de delantero.

La tensión entre los dos pilares del tridente «MCN» (Mbappé, Cavani y Neymar), corre el riesgo de plasmarse en el terreno de juego. En el partido anterior, Cavani tocó apenas 21 balones, mientras Neymar y Mbappé se asociaban con mucha frecuencia intercambiando pases en nueve ocasiones.


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