Francia y Bélgica medirán sus fuerzas en la primera semifinal del Mundial de Rusia 2018. Ambos equipos demostraron categoría para llegar a estas instancias.
La selección gala no llegó al Mundial a aprender ni a improvisar. Tiene historia y armas para soñar con el título. Mientras otras favoritas se despidieron, siguen adelante porque tienen muchas formas de desequilibrar.
El ataque de Francia atemoriza por tener jugadores que necesitan un centímetro de espacio o un instante para crear una jugada letal.
Griezmann y Mbappé se complementan, arrastran marcas y generan problemas. Griezmann tiene remate preciso, dentro del área y afuera, y Mbappé, velocidad, gambeta y gol. Además de Giroud, un cazador del área.
El portero Hugo Lloris ha sido fundamental. Aunque ha recibido 4 goles, Francia duerme tranquila.
La nómina francesa llama la atención por su juventud (promedio de 25 años), pero no significa inexperiencia. Tienen recorrido para plasmar un juego muy sólido para etapas finales.
Francia ha mostrado un esquema táctico base 4-2-3-1, cuyo potencial está en los tres hombres por detrás de Giroud (Mbappé, Griezmann y Tolisso), que le permiten tener un juego agresivo por las bandas y no perder presencia por el centro.
La idea del DT Didier Deschamps es que haya rotación de posiciones y sorpresa con salida de los laterales. Cuenta con dos medios defensivos, Pogba y Kanté, que le dan equilibrio.
Por su parte Bélgica se da el lujo de tener un tridente de ataque excepcional. El creativo es Hazard. El pasador es Kevin de Bruyne, letal y preciso. Y el goleador es Lukaku, que lleva 4 en Rusia.
Roberto Martínez es un ex futbolista de poco renombre y corta experiencia como técnico, en Swansea, Wigan y Everton. Llegó al cargo en 2016 y ha sabido ensamblar a las figuras belgas.
Bélgica tiene armas para intimidar y ser vista con respeto. Siempre va al frente, busca el arco rival sin desespero, con elaboración de juego y también con veloces contraataques.
Además cuenta con un portero de mucha categoría, Thibaut Courtois. Es imbatible en los tiros que van arriba y a los costados. Tiene reacción y reflejos. Es difícil anotarle.
Su defecto es que le pueden hacer daño porque se alarga en el campo y deja espacios en el medio. Tiene jugadores de gran estatura pero no es impenetrable por arriba. Debe hacerse más compacto y ganar en equilibrio.