Gareth Bale rescató el orgullo para apurar sus opciones de titularidad en Kiev, en la final de la Ligade Campeones, e instalar la duda en Zinedine Zidane, liderando con un doblete una plácida goleada (6-0) del Real Madrid ante un Celta desganado que ya piensa en las vacaciones.

La despedida del Real Madrid del Santiago Bernabéu esta temporada presentaba pocos aliciente en un duelo sin nada en juego para los dos equipos. El madridismo cuenta los días para su gran final y olvidar una Liga que pronto tiró su equipo por su irregularidad. Todo parece decidido en el once de Zidane, aunque Bale lucha por cambiar el destino.

Había firmado dos buenos partidos el galés en sus últimas apariciones, ante Leganés y Barcelona, y se destapó animando la fría noche madrileña con sus carreras, verticalidad y pegada.

 Encontró espacios para explotar su juego de una adelantada defensa viguesa, que fue una amiga por su falta de intensidad. Arrancó el Celta sin su estrella, Iago Aspas, en el banquillo, pero dominando en el Bernabéu. Keylor Navas, enchufado, salvaba con agilidad un centro de la muerte peligroso de Boyé, atajando el balón pese a la potencia.

Además de los dos tantos de Bale, marcaron Isco, Achraf, Sergi Gómez en propia puerta y  Cross.


El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!