Mundial en Suramérica FIFA
Foto: Archivo

Dos exejecutivos de la empresa estadounidense Fox y la agencia argentina Full Play responden ante la justicia neoyorquina a partir de este martes por los cargos de corrupción, fraude bancario y lavado de dinero, en el marco del megaescándalo de sobornos en la FIFA que estalló en 2015.

El mexicano Carlos Martínez y el argentino Hernán López -ambos también con nacionalidad estadounidense-, que trabajaron en la empresa 21st Century Fox, y la agencia de marketing deportivo argentina comparecen ante la jueza Pamela Chen en un juicio que durará entre cuatro y seis semanas en el tribunal de Brooklyn donde ya fueron juzgados otros acusados en el llamado ‘FIFAgate’, que sacudió los cimientos del gendarme del fútbol internacional en 2015.

La fiscalía abrió la cancha con las alegaciones: «Este sistema de sobornos duró años a través de generación de líderes, porque el dinero corrompe y el dinero es bueno», dijo Víctor Zapana.

La acusación sostiene que los tres en el banquillo participaron en un esquema para pagar sobornos a los directivos del fútbol latinoamericano, en particular de la Conmebol. Con esto se aseguraban lucrativos derechos de retransmisión de los partidos de la Copa Libertadores y Copa América; así como partidos de clasificación y amistosos para la Copa de Mundo.

Dedicaron «millones de dólares en sobornos», que circularon por «los bancos del mundo». «Todos ganaron, excepto el deporte del fútbol», aseguró Zapana.

La defensa de Full Play culpó a los ejecutivos de las asociaciones suramericanas de fútbol que «sistemáticamente exigían pagos».

En la misma causa también está acusado entre otros el español Gerard Romy, expresidente de la empresa deportiva Imagina. Aunque no ha comparecido ante la justicia estadounidense.

Sobornos millonarios

El escándalo conocido como ‘FIFAgate’ destapado por Estados Unidos en mayo de 2015 dejó al descubierto una trama de sobornos millonarios pagados por empresas de marketing deportivo a dirigentes del fútbol latinoamericano a cambio de derechos en las retransmisiones televisivas y promoción de torneos.

La fiscalía estadounidense ha acusado a 45 personas y a varias empresas deportivas de más de 90 delitos y de pagar o aceptar más de 200 millones de dólares en sobornos.

De ellos, 27 se declararon culpables -cuatro murieron-, y media docena resultó sentenciada.

Otros tres se declararon inocentes y acudieron a un histórico juicio en Nueva York a fines de 2017: el exjefe del fútbol brasileño José Marin y el expresidente del fútbol paraguayo y de la Conmebol Juan Ángel Napout se les declaró culpables y los encarcelaron. Mientras el exjefe del fútbol peruano Manuel Burga resultó absuelto.

En septiembre pasado se condenó el expresidente de la Federación de Fútbol salvadoreña, Reynaldo Vásquez, a 16 meses de cárcel por aceptar decenas de miles de dólares en sobornos a cambio de derechos televisivos de la selección de ese país.

Según el tribunal de Brooklyn, Vásquez recibió junto a otros responsables del fútbol salvadoreño 350.000 dólares de una empresa estadounidense a cambio de la venta de los derechos de transmisión de los partidos de clasificación y amistosos de la selección nacional para el Mundial de Rusia-2018.

Una decena aún están en sus países, donde los procesó la justicia local o están en libertad mientras combaten la extradición.

Asimismo, cuatro empresas se declararon culpables, otras dos alcanzaron acuerdos de procesamiento diferido y otras dos pagaron multas.


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