El undecilenato de boldenona es la sustancia hallada en un control antidopaje al tenista Robert Farah, reveló el propio campeón en dobles de Wimbledon y el US Open de 2019.

La noticia causó conmoción no solamente en el contexto deportivo, sino en todo su país por los éxitos recientes. Igualmente las expectativas sembradas para este año de Juegos Olímpicos.

También ha adquirido un tono sanitario. Según el propio Farah, la potencial llegada de esta sustancia a su cuerpo se pudo dar a través del consumo de carne. Esta hipótesis la habían lanzado ya otros deportistas colombianos sancionados por supuesto dopaje, también con boldenona.

Farah y la lista prohibida

El undecilenato de boldenona es un esteroide anabólico derivado de la testosterona. Esta sustancia aumenta la retención de nitrógeno para favorecer la producción de proteínas musculares. También aumenta el apetito y la estimulación renal de eritropoyetina (EPA, que ayuda a producir glóbulos rojos).

Estas características han dado pie para que se use en la industria ganadera y avícola para hacer crecer los animales e incrementar su masa corporal.

En el caso de los humanos está en la lista de sustancias prohibidas por la Agencia Mundial Antidopaje.

Esta sustancia también está prohibida por su condición de aumentar el rendimiento del organismo.

Se usa para aumentar la masa muscular en animales

Johana Barbosa, endocrinóloga, explicó que la boldenona tiene un uso y una aprobación en Colombia eminentemente veterinaria con fines anabolizantes.

La utilizan para acelerar el crecimiento de la masa muscular en algunos animales de consumo. También se pudo conocer que algunos fisicoculturistas la usan de manera irregular.

Frente a la interrogante de si la carne proveniente de animales tratados con esta sustancia puede incidir en el rendimiento de un deportista, los estudios científicos no han descartado ni confirmado esa posibilidad.

Prohibida en Venezuela

Un artículo de revisión publicado en la Revista de Investigación Clínica del Instituto Nacional de la Nutrición en México demostró que la información encontrada para desestimar los riesgos de la ingesta de alimentos provenientes de bovinos tratados con hormonas o promotores del crecimiento no es concluyente.

Otro artículo plantea que los residuos en alimentos podrían tener “efectos fisiológicos no deseados y alteraciones biológicas aún no establecidas”, que requieren profundizar en los estudios.

Dicho artículo de revisión en Universitas Scientiarum está redactado por científicos colombianos que han seguido los efectos de los anabolizantes usados en carnes destinadas al consumo humano.

Este último hace referencia a que la boldenona, autorizada en Colombia, está prohibida en Uruguay, Venezuela, Brasil, Paraguay y la Unión Europea.

La presencia de boldenona en la carne es mínima

Frente a la posibilidad de que la boldenona interfiera en las muestras de dopaje, el Instituto Colombiano Agropecuario y el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos presentó un informe que demostró que la presencia de la sustancia es mínima en las muestras de las fincas ganaderas.

De 677 muestras tomadas para boldenona entre 2015 y 2017, solamente 2, es decir, (el 0,3 %) confirmaron la presencia del esteroide, con valores de 2,2 microgramos y 3 microgramos por kilogramo de carne.

“La carne que circula en el mercado lícito no tiene riesgos potenciales o reales de presencia de anabolizantes que puedan afectar la salud humana”, dijo Julio César Aldana, director del Invima.

Aldana expresó que la existencia de un mercado ilegal de carnes en algunas regiones desborda la capacidad operativa de las autoridades sanitarias locales para hacer seguimiento.


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