Ben Lampert no es el típico entrenador de fútbol: en lugar de gritar desde la banda, este técnico sordo da las instrucciones a sus jugadores mediante la lengua de los signos.
A sus 34 años de edad, es entrenador en el Brentford FC Community Sports Trust. Esta es una asociación con programas de educación, empleo y salud para toda la comunidad y que está vinculada al equipo de la ciudad. Juega en la segunda división inglesa.
Lampert ha pesar de ser sordo, está demostrando que puede ser una inspiración, tanto para los niños sordos como para los que no lo son. Eso le ha valido estar nominado en una de las categorías de los Premios al Entrenador del Año en el Reino Unido que se conceden este martes.
Su sueño es entrenar a nivel profesional
Lampert, miembro de la selección británica que ganó en 2005 las ‘Sordolimpiadas’ en Australia, manifestó su deseo de entrenar a un equipo profesional. “Mi sueño es entrenar al más alto nivel del fútbol, ya sea en una academia o en un club”, declaró a la AFP antes de una sesión de entrenamiento con un grupo de niños de 10 años.
“Solo para demostrar que este tipo de barreras se pueden romper y superar (…) Se trata de convertirse en un ejemplo para que las personas sordas puedan decirse ‘Ben lo ha hecho, ¿por qué yo no?”, explicó. Lampert, padre de dos niños, dice que existe la percepción de que para los sordos es difícil transmitir un mensaje, algo con lo que no está de acuerdo.
“La gente piensa que para mí es imposible hacerlo o que un sordo pueda hacerlo”, añadió a través de un intérprete, que también le ayuda durante el entrenamiento celebrado en el oeste de Londres.
Una lengua distinta también es un desafió
“La gente piensa que es algo que no es posible, pero lo es. Cuando tengo la oportunidad de hablar ante esa gente, se dan cuenta de que sí lo es”. Para Lampert, “es sólo una cuestión de comunicación”. “Al final de todo, existen varios métodos de comunicación, no sólo uno”. Este técnico, que tomó parte en el relevo de la antorcha olímpica durante los Juegos de Londres-2012, considera que comunicarse con la lengua de los signos debería suponer el mismo desafío que es para los entrenadores no ingleses dirigir a jugadores en una lengua que no es la suya.
“Tenemos (los sordos) los requisitos y la capacidad para ser un entrenador de primer nivel. Es sólo una barrera lingüística”, añadió Lampert, que está nominado en la categoría ‘Cambiando vidas’.
Lampert, que también entrena a la selección inglesa de sordos, dice que la sordera no influye en lo que puede ver en una cancha, ya que el fútbol es “algo muy visual”, que no le impide pensar “en la táctica, en cómo posicionar a los jugadores” en un terreno de juego.
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Lucha por la igualdad
Jamie Tompkins, director de la cantera del Brentford, asegura que el sueño de Lampert es realista. “No hay razón por la que no pueda hacerlo en el fútbol convencional (…) Sabe transmitir su mensaje a los equipos con los que trabaja”, dice.
Lampert, no obstante, considera que el Reino Unido está rezagado con respecto a Estados Unidos en cuanto a la consideración de las personas sordas. Cita como ejemplo el caso del jugador de la NFL Derrick Coleman, que pese a sufrir una sordera ganó la Super Bowl con los Seattle Seahawks.
“Me quito el sombrero con Estados Unidos, porque su concienciación es total en este aspecto”, destacó. Un grupo de chicos se entrena por primera vez bajo las órdenes de Lampert, que dirige la sesión con gestos con el balón y también a través de un intérprete.
“No entendería el lenguaje de signos ni en 100 años”, admitió el pequeño Kuba Zygmunt, aunque asegura que no afectará a su relación con el entrenador. “Es impresionante cómo nos llegamos a comunicar con él y podemos aprender cosas nuevas”, añadió.
Lampert considera que tener una actitud optimista es la clave del éxito: “Es importante tener confianza, ser asertivo y luchar por la igualdad”. “Quiero transmitir el mensaje de que los sordos pueden hacer todo y yo mismo soy el ejemplo”, concluyó.