Dos ex juveniles del Chelsea denunciaron en la cadena británica BBC los abusos racistas que recibieron durante su época en el club por parte del entrenador Gwyn Williams.

Estos dos ex futbolistas, han preferido no revelar sus nombres. Aseguraron que Williams les llamaba de manera racista, les preguntaba si habían “estado robando a abuelitas” y calificó de “rareza” que hubieran ido a la escuela.

El ex entrenador negó todos estos cargos que ya salieron a la luz en el pasado mes de agosto cuando la organización caritativa Barnado publicó una investigación acusando al Chelsea de comportamientos racistas en las décadas de los 80 y los 90.

La investigación nombró a Williams como el instigador de los abusos, pero este negó las denuncias y afirmó que no había actuado de manera racista con ningún jugador.

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    Sin embargo, uno de los jugadores afectados, contó a la BBC cómo fue su experiencia con Williams en los terrenos de juego.

    “Recuerdo que la primera vez que le conocí, me comentó lo grande que eran mis labios y mi nariz. También hizo comentarios racistas sobre el tamaño de mi pene. Eso ocurrió cuando tenía doce años”, explicó Anthony, que utilizó un nombre falso para realizar esta denuncia.

    Kieran, el otro futbolista -también con un pseudónimo-, señaló que estaba “asustado” de ir a entrenar y cometer un error.

    “También me afectaba fuera del campo, porque no me podía relajar. Estaba pensando en que si tenía un mal partido todo el mundo iba a llamarme negro y quejarse”, agregó.

    Williams comenzó a trabajar en el Chelsea en 1979 y dejó el club en 2006.

    Los ex futbolistas, además, hablaron del ex entrenador Graham Rix, acusado también en la investigación Barnado.

    Anthony explicó que Rix le preguntó si había salido y “había tenido relaciones con alguna de nuestras chicas blancas” un fin de semana.

    “Me harté porque ya había tenido suficiente y le dije que sí. Entonces él me respondió que si había sido su hija me lincharía”, añadió.

    Anthony y Kieran matizaron que no denunciaron los abusos en su día porque el Chelsea no tenía ninguna política que les protegiera y que no tenían ninguna otra institución a la que dirigirse.

    Pese a que el Chelsea publicó un comunicado mostrándose “en shock” por el comportamiento descrito en su academia, los ex futbolistas reclaman una disculpa a la cara del club.

 


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