No es la primera vez que el utility Luis Arráez, de 25 años de edad, comparte con el segunda base José Altuve, de 32 años, un momento especial para él en su carrera como pelotero. Desde que debutó en las mayores en 2019, después de jugar con los Mellizos de Minnesota en las ligas menores desde 2014, Arráez mantuvo una relación cercana con Altuve, su ícono e inspiración.
El bateador zurdo creció viendo jugar al ganador de la Serie Mundial desde su debut en las Grandes Ligas en 2011 con los Astros de Houston. Por eso para Arráez es un honor compartir con Altuve el Premio Luis Aparicio 2022. El galardón reconoce al mejor jugador venezolano de la temporada en las Grandes Ligas y, por segunda vez en sus 19 ediciones, este año tiene a dos ganadores. La última vez que se homenajeó a dos peloteros fue en la edición de 2018.
En la tarima del auditorio del Centro Empresarial Polar, patrocinante oficial del galardón, los dos peloteros se abrazan y se saludan con cariño antes de iniciar la gala de entrega. Son cercanos, entre ellos se percibe la confianza y la admiración mutua. Para ambos es un honor recibir el Premio Luis Aparicio 2022 juntos, un galardón que lleva el nombre del único pelotero venezolano en el Salón de la Fama del Beisbol de las Grandes Ligas.
“Estoy contento de estar aquí; es un honor recibir este premio, sobre todo al lado de Altuve. Mi familia sabe lo mucho que lo admiro, nos llevamos unos años pero lo admiro mucho, en especial por su humildad. Su humildad es lo que lo hace grande”, comenta un emocionado Luis Arráez.
En el caso de Altuve, parece no tener palabras para agradecer este galardón que ya ha ganado en otras tres ocasiones: 2014, 2016 y 2017. Le falta solo uno para alcanzar el récord de cinco estatuillas del Premio Luis Aparicio que posee Miguel Cabrera y quien será homenajeado el año siguiente en la XX edición del galardón.
“Este es un premio que significa mucho para mí. Estoy tan emocionado como si fuera la primera vez que lo gano. Estoy viviendo un sueño, estar en mi país con mi familia; el recibimiento fue increíble. Muy feliz de poder estar con mi familia y mi esposa que siempre me apoya”, expresa el recién ganador de la Serie Mundial.
Arráez obtuvo 51 votos para el primer lugar del premio luego de ganar el título de bateo de la Liga Americana, que conquistó con promedio de .316. Mientras que Altuve recibió 45 votos al primer lugar, pero recibió también 47 al segundo puesto, lo cual le permitió alcanzar en la puntuación final a Arráez.
Bajo la presión y las críticas
Tanto Arráez como Altuve saben lo difícil que es lidiar con la presión, las críticas y las dificultades que supone jugar en las Grandes Ligas. Altuve, quien bateó .300 con 28 cuadrangulares, 39 dobles y OPS de .921 en 2022, fue una de las grandes razones para que Houston ganara el título en su cuarta Serie Mundial durante los últimos seis años. El segunda base viene de vivir varias temporadas difíciles en las que tuvo que afrontar abucheos de la fanaticada. Incluso recibió pelotazos lanzados adrede, acciones a las que no respondió: se limitó a seguir jugando.
Tras el escándalo por el robo de señas protagonizado por los Astros en la campaña 2017-2018, a Altuve le ha costado limpiar su nombre y reponerse. Por eso sus ojos brillan al recibir el premio Luis Aparicio 2022 con la certeza de que lo más difícil quedó atrás.
“El beisbol es un deporte que cambia todos los días. Lo importante es mantenerse sano y seguir adelante. Quiero jugar, yo todavía no pienso en el retiro, quiero seguir jugando”, asevera al ser preguntado sobre su posible inclusión en el Salón de la Fama. Para él la Serie Mundial “es un sueño hecho realidad. Eso es algo con lo que sueñan todos los peloteros, desde pequeño lo soñé. Cuando se termina el último out del partido quedas en shock, no te lo crees. Después reacciones. Ganar ese título es lo mejor que nos puede pasar a los peloteros”, asegura.
Altuve acumula 1.935 hits en las últimas cuatro campañas que ha disputado en las Grandes Ligas. En su haber cuenta además con 7 selecciones al Juego de Estrellas, 3 títulos de bateo, 4 lideratos de hits, 5 Bates de Plata, un Guante de Oro y 2 premios al Jugador del Año de las Grandes Ligas. También suma un primer anillo de Serie Mundial, MVP de la Liga Americana en la temporada 2017 y otro ese mismo año en la Serie de Campeonato, antes del que consiguió este año.
Los títulos y logros abundan para el pelotero que, con sonrisa amable, responde de forma humilde a lo que se le pregunta en la gala de entrega del premio. En el evento recuerda cómo por su estatura (1.68m) nadie creía en él al principio de su carrera. Tuvo que afrontar el rechazo mientras pedía que se le diera una sola oportunidad. Se la dieron. “Y aquí estoy ahora”, dice el jugador que recibió durante esta campaña un salario de 26 millones de dólares. En la pantalla, a sus espaldas, se muestran imágenes de lo que fue esta temporada para él. Destaca, sobre todo, la sonrisa que luce al ganar su segundo anillo de Serie Mundial.
“Este último año fue uno de mis favoritos, me gustó los números que pude conseguir, voy a tratar de quedar así y tendré la misma mentalidad el próximo año. El beisbol es un deporte de consistencia, quiero mantenerme sano, ayudar a mi equipo, conectar .300 de average y alcanzar los 200 jonrones. Por supuesto, quiero seguir ganando series mundiales”, manifiesta Altuve.
Batear para el otro lado
A Luis Arráez fue su papá quien le enseñó a batear en el jardín de su casa en el estado Yaracuy. El zurdo inició su pasión por la pelota a los 3 años de edad y desde entonces ya sabía que iba a ser zurdo. Su familia, de origen humilde, hizo todo lo que pudo para apoyarlo. Su padre, Ernesto Arráez, le aseguró que trabajaría duro en el autobús que conducía para que él, algún día, pudiera ser pelotero profesional. De lo que ganaba como conductor del autobús, Arráez pudo comprar su primer uniforme de beisbol. Ahora su papá, quien ya se retiró, se niega a vender ese autobús con el que inició todo. “Es la buseta de la suerte”, asegura su hijo en la gala.
“No fue fácil pero tampoco fue difícil y menos imposible. Al inicio me enseñó con pelotas de goma. Luego me inscribieron en la Liga Criollitos. Comencé a los 7 años allí. Mi papá me decía que bateara para el otro lado, que así iba a hacer dinero, y yo no sabía cómo. Mi papá me enseñó a batear la bola para el otro lado y para el medio. Y aquí estoy”, cuenta.
Esta campaña, Arráez logró batear .316 / .375 (7mo) / .420 con 50 bases por bolas y 43 ponches en 547 turnos al bate. Lideró la Liga Americana en turnos al bate por ponche (12.7). Se ponchó en el 7,1% de sus apariciones en el plato, el porcentaje más bajo de todos los bateadores de las Grandes Ligas en 2022. Asimismo, tuvo el porcentaje de contacto más alto con todos los lanzamientos que recibió, con 94,1%; con swing en lanzamientos fuera de la zona de strike hizo contacto 91,1% del tiempo. Estas cifras fueron las más altas en las ligas mayores. Esta temporada, además, ganó el título de bateo de la Liga Americana.
No ha sido fácil para él. No solo por el esfuerzo y trabajo duro que implica hacerse una carrera en las Grandes Ligas, sino también por los inconvenientes que ha tenido que afrontar. En 2018 sufrió una lesión en la rodilla de la que tuvo que operarse. Luego, en un juego contra los Medias Blancas de Chicago, su equipo iba perdiendo 11-0 y él rompió el no hit not run de Dylan Cease. Lo que parecía ser una gran hazaña terminó trayéndole muchas críticas y comentarios negativos por parte de la fanaticada.
“Yo rompí el not hit not run y me odiaron por eso. No podía dormir de tantas cosas malas que me decían, era la primera vez que me pasaba algo así. Le escribí a Altuve de madrugada para que me aconsejara. Él me dijo que ya pronto pasaría; y así fue, pero no fue fácil para mí”, relata.
También afrontó un difícil período: estuvo 25 juegos sin conectar ni un solo hit. En ese momento, cuenta, trataba de no ver sus números para evitar la presión. “No podía ni dormir, no podía hacer mi swing 100%. Cuando lo logré fue que pude descansar”, relata. Ahora, para la próxima temporada Arráez quiere mejorar y fortalecer sus piernas. “Para el año que viene trataré de llegar fuerte y sano, que es lo que pedimos los peloteros. También quiero llegar a la Serie Mundial”, dice.
Menciones honoríficas
Además de reconocer a Luis Arráez y a José Altuve con el premio Luis Aparicio, en la gala se hizo entrega de dos menciones honoríficas. La primera de ellas se le entregó a Carlos Torres, el primer umpire venezolano en arbitrar durante la temporada de las Grandes Ligas.
“Es un honor estar con los peloteros más destacados de la temporada, que hayan visto mi trabajo este año me hace sentir privilegiado. La vida de un árbitro de las Grandes Ligas es bien difícil, sobre todo estar lejos de la familia. Es un sueño estar en las Grandes Ligas, pero nada es perfecto, el beisbol tiene sus subidas y bajadas”, dijo Torres tras recibir el reconocimiento.
Foto Ramsés Romero @rrbfotos
La segunda mención honorífica fue para el versátil jugador de los Mellizoz de Minnesota César Tovar, quien fue incluido este año como miembro del Salón de la Fama de la franquicia. Su hijo, César Tovar Jr, dio un mensaje pregrabado en agradecimiento: “Su nombre y su labor perdurarán en el recuerdo por muchas generaciones”, aseguró.
Seguidamente, el presidente de empresas Polar, Lorenzo Mendoza, dio palabras de felicitaciones a cada uno de los ganadores. “Luis Aparicio ha representado todo lo que tiene que ver con valores, honestidad y trabajo. Este año tenemos a dos grandes venezolanos. Arráez, verte batear es un placer, ver la capacidad y la habilidad es placentero. Tienes una mano privilegiada. Felicitaciones. Mantente en forma porque el talento lo tienes, vendrán más premios, estoy seguro”, le dijo al joven de 25 años.
A José Altuve lo describió como un venezolano insigne por su humildad y sencillez. “La pasaste mal pero estuvimos contigo. Sé lo duro que lo has pasado también, sé lo mucho que te ha apoyado tu esposa Nina, la fuerza que te dio en tus momentos más difíciles. Eres un orgullo, te admiro más por cómo superaste las adversidades y por cómo le callaste la boca a todo el mundo. Ustedes representan lo que tiene Venezuela para ofrecer”, expresó.
