El Gran Premio de Gran Bretaña, el décimo del Mundial de Fórmula Uno, disputado este domingo, estuvo marcado por un violento accidente que tuvo como protagonista y gran salvador el halo, mecanismo implementando para salvar vidas.
La carrera se interrumpió durante casi una hora por el brutal accidente del chino Guanyu Zhou (Alfa Romeo), al que tocó el inglés George Russell (Mercedes), y que salió disparado boca abajo contra las protecciones y contra una valla. Allí se ubicaban varios comisarios que, por fortuna, no fueron impactados por el coche del asiático.
El choque entre ambos provocó una reacción en cadena que afectó también al francés Esteban Ocon (Alpine), al japonés Yuki Tsunoda (Alpha Tauri) y al tailandés Alex Albon (Williams), que se llevó golpes por todos los lados. Al igual que el primer chino que corre en la F1, al tailandés lo trasladaron, por precaución, al centro médico del circuito.
Desde allí se informó de que todos estaban razonablemente bien, antes de que la organización diese vía libre para que se ofreciesen la repetición de las imágenes del aparatoso accidente. En el video se vio que a Zhou le salvó, literalmente, la vida en el Premio de Gran Bretaña el halo.
¿Qué es el halo?
«Conducir un auto de carreras a velocidades tan altas nunca puede ser seguro. Pero en la última década quedó claro que la cabeza expuesta del conductor era el gran riesgo que quedaba sin resolver«, dijo en 2018 el analista de F1 de la BBC Andrew Benson.
Es por eso que la Federación Internacional de Automovilismo (FIA), el organismo rector de la F1, inició hace unos años trabajos para mejorar la seguridad en el área de la cabeza de los pilotos. La idea era que esto no comprometiera el diseño de los autos de cabina abierta.
La solución fue el halo, un dispositivo hecho de titanio, un metal extremadamente resistente, en forma de T curveada que se instala en la parte frontal de la cabina.
Esa barra tiene una resistencia de hasta 12 toneladas, equivalente al peso que tienen los icónicos autobuses de doble piso de Londres.
El dispositivo surgió tras varios años de investigación y miles de pruebas de seguridad, y se estrenó en 2018.
El halo da la razón
Aunque la mayoría de pilotos acogió con agrado su implementación, el halo no fue bien recibido en ese entonces por toda la comunidad de F1.
El hecho de que el halo añada 10 kg de peso al vehículo, lo cual afecta la aerodinámica, fue una de las principales preocupaciones.
El triple campeón mundial Niki Lauda, quien sobrevivió a un fuerte accidente en el Gran Premio de Alemania de 1976, lo calificó como una decisión «equivocada».
Lauda dijo en una entrevista con la revista alemana Auto Motor und Sport que era una «reacción exagerada» que «destruía» el buen trabajo de la F1 para hacer los autos más rápidos.
Las críticas también se centraron en la estética, pues por primera vez los autos de F1 no tenían la tradicional cabina abierta.
El halo incluso se llegó a comparar con el hueso en forma de horquilla (fúrcula) de los pollos.
El analista de F1 de la BBC consideró en 2018 que no hay forma de obviar el hecho de que el «halo» cambia la estética de un automóvil de F1. Sin embargo, destacó que se ha impuesto la seguridad sobre la estética.
Y las pruebas ahí están. Horas después de sufrir un grave accidente que pudo costarle la vida en el Gran Premio de Baréin de 2020, Romain Grosjean aseguró que «lo mejor» que la Fórmula 1 ha introducido es el halo.
