Sin duda alguna, Brasil es el principal candidato a ganar la final de la Copa América. Y lo decimos no solo porque es el anfitrión del torneo, o por la solidez de su plantilla y de su juego colectivo, sino porque hace apenas unos días atrás, en la última jornada de la fase de grupos, la Canarinha aplastó 5 a 0 a la selección peruana.
A pesar de todos estos elementos en su contra, Perú demostró, primero contra Uruguay y luego en mayor medida contra Chile, que resurgió de las cenizas de esa aplastante goleada y que tiene argumentos, futbolísticos y psicológicos, para respaldar la idea de que puede dar la sorpresa y coronarse en el mítico estadio Maracaná.
Estas son las cosas que Perú debe hacer distinto, o en su defecto perfeccionar, en su segundo duelo ante Brasil en esta Copa América, para así competir contra el equipo dirigido por Tite y tratar de escribir la edición moderna del histórico “Maracanazo”.
Controlar los desbordes y el juego por las bandas. En el partido de la fase de grupos, Everton fue un verdadero dolor de cabeza para Luis Advíncula, el lateral derecho peruano. Según los datos recopilados por @Driblab, el extremo brasileño no solo anotó un gol y repartió una asistencia, sino que además completó 7 dribles y tuvo una efectividad de 84% en sus pases. A pesar de que la aportación ofensiva de Advíncula fue prácticamente nula (sin centros o dribles, y apenas 16 pases completos)
En la banda contraria, la que le ha tocado defender a Miguel Trauco durante toda la Copa América, Gabriel Jesús fue igual de influyente. El jugador del Manchester City inglés, aunque falló un penal, participó de forma directa en 26% del total de ocasiones de gol creadas por su equipo. En contraste, Trauco apenas pudo conseguir una intercepción y una recuperación de balón en todo el partido. Basándonos en la métrica de “asistencias esperadas” (xA) en ese partido, que es la estadística usada por @Driblab para cuantificar la calidad de los pases de un equipo que terminan en un tiro a puerta, de las bandas nacieron algunas oportunidades importantes para Brasil.
Brasil tuvo una gran capacidad asociativa ante Perú
Presión efectiva en el carril central. Esta fue una de las principales razones por las cuales Perú dominó abrumadoramente a Chile en el encuentro de semifinales. Yoshimar Yotún, como volante mixto, y Renato Tapia, como volante de recuperación, se erigieron como dos de las figuras del que muchos catalogan como el mejor partido de la selección peruana dentro de ciclo de Ricardo Gareca.
Contra Brasil, en la fase de grupos, es evidente que esta faceta del juego peruano no funcionó: según @Driblab, la Canarinha tuvo 69% de la posesión, pateó 10 veces al arco rival y la ineficiente presión peruana le dio demasiadas libertades a los volantes ofensivos del conjunto local. Brasil promedió en el partido 13 pases consecutivos antes de que Perú realizara una acción defensiva efectiva para recuperar el control del esférico; en ese sentido, entre Tapia y Yotún apenas rescataron 4 balones y consiguieron una intercepción en todo el encuentro.
Esa incapacidad para defender el carril central podría tener graves consecuencias para el equipo de Gareca. En el siguiente gráfico no solo vemos las zonas desde donde más patea Brasil en la Copa América, sino que se explicitan los “goles esperados” (xG) de la Canarinha, una métrica de @Driblab que cuantifica la calidad de las ocasiones de gol que genera una oncena en particular.
Brasil aprovecha la permuta de sus elementos ofensivos para generar ocasiones de gol
Protagonismo de Cueva, desparpajo de Carrillo. En el partido contra Chile, y dentro de un esquema 4-2-3-1, Christian Cueva hizo las veces de mediapunta y su presencia en la cancha fue muy importante para crear un circuito ofensivo entre la zona de volantes de recuperación, los extremos y Paolo Guerrero. En ese encuentro, en el que Perú ganó 3 a 0, Cueva estuvo involucrado directamente en 48% de las ocasiones de gol que creó su equipo y, dentro de su recorrido, tendió a recostarse sobre la banda derecha para asociarse con André Carrillo, que también tuvo una actuación destacada en su vuelta a la titularidad.
Christian Cueva fue fundamental en la victoria sobre Chile
El trabajo que haga Perú por las bandas, tanto en el plano ofensivo como defensivo, será de suma importancia desde el punto de vista táctico. Asumiendo que Carrillo (o en su defecto Andy Polo) y Edison Flores serán titulares, su capacidad de desborde y su desparpajo podrían controlar y dosificar las incorporaciones en ataque de los laterales brasileños, sobre todo las de Dani Alves por la banda derecha, quien ha sido uno de los mejores jugadores del torneo y suele incorporarse a las tareas ofensivas como un volante interior más.
Fortaleza mental y convicción. Quien mejor ejemplifica este intertítulo es el guardameta peruano, Pedro Gallese. Luego de su garrafal error en el segundo gol de la goleada brasileña, el portero del Alianza Lima se recuperó psicológica y anímicamente para ser figura en los dos partidos siguientes: contra Uruguay, le detuvo el penal en la tanda de eliminación a Luis Suárez; y contra Chile, Gallese completó 7 atajadas (100% de efectividad) y hasta se dio el lujo de pararle un penal a Eduardo Vargas en el tiempo de descuento.
Ricardo Gareca logró levantar anímicamente a su equipo luego de la goleada ante Brasil y les hizo entender que era un resultado aislado, que un partido no definía la naturaleza competitiva de un grupo de jugadores. Perú ha ido de menos a más en el torneo, y mostrando dos caras distintas, pero ambas igual de efectivas, se plantó merecidamente en la final del torneo continental.
Hablando en términos prácticos y simplistas, el mejor escenario para Perú es lograr un rendimiento colectivo que sea un matiz, un punto medio, entre lo mostrado ante Uruguay y lo logrado ante Chile: no replegarse en demasía para evitar caminar sobre la cornisa durante tantos minutos, pero tampoco arriesgar en exceso ante un talentoso y sólido equipo brasileño que es el que promedia más disparos por partido (18,6) en todo el torneo.
La Canarinha ha sido el equipo con mayor volumen de juego ofensivo en la Copa América