¿Qué amante del beisbol venezolano no ha bebido del análisis de Humberto Acosta? Columnista, comentarista de radio y televisión, escritor de varios libros de pelota, ávido lector y entretenido compañero, este admirador de Sandy Koufax y del buen periodismo es, sobre todo, un cuidadoso expositor, un profesional, un dedicado analista que tiene la paciencia de los buenos docentes cuando evalúa una jugada o un jugador.

Hay cosas que no cambian, aunque ahora sea un orgulloso abuelo. Siempre quiso ser parte de estas páginas, desde antes de entrar a la escuela de Comunicación Social de la UCV, y lo fue durante más de tres décadas, desde que llegó al viejo edificio de Puerto Escondido, en 1978. Hoy, vuelve para una nueva experiencia, que llevará sus textos a los lectores de siempre y a los que se sigan sumando, cada semana, a partir del próximo domingo.

-¿Cuál fue su primer sentimiento, ante la posibilidad de regresar a estas páginas?

-Me alegró mucho, porque en el fondo nunca me fui. Cristóbal Guerra y yo siempre nos decíamos que nunca saldríamos de El Nacional. Pasaron muchas cosas y cada quien salió. Pero no me fui. ¿Cómo no tener presente El Nacional, después de tanto tiempo? Si fue mi primer trabajo en el periodismo, si están ustedes…

-¿Cómo se fraguó este nuevo proyecto?

-Johnny Villarroel me llamó, me habló de esta posibilidad y ni siquiera lo pensé. Cada vez que un directivo, como Daniel Pérez o Jorge Papatzikos, pasaban con algún visitante por mi lugar de trabajo, yo les decía, cuando me presentaban al visitante, que yo era un pelotero franquicia de El Nacional, como Derek Jeter con los Yanquis. Bien, muchos de esos peloteros han salido de su organización por alguna razón y terminan regresando, antes del retiro.

-Pero todavía falta para el retiro. ¿Qué se propone?

-Lo que siempre he hecho: escribir. Johnny me dijo podía hacer lo que quisiera. No significa que no esté abierto a sugerencias, a hacer entrevistas, salir a la calle. Pero en general, va a ser lo de siempre. Me aterra que me encasillen como un periodista que sólo habla del pasado, hay que tratar de estar al tanto de la actualidad.

-¿Qué le falta por hacer en el periodismo deportivo?

-Para ser honesto, nada. He hecho todo lo que he querido. Y como el periodismo es una carrera básicamente intelectual, puedes darte el lujo de hacer una buena entrevista a los 40 o 50 años de ejercicio. Esta es una profesión que nunca termina.


“He hecho todo lo que he querido. Y como el periodismo es una carrera básicamente intelectual, puedes darte el lujo de hacer una buena entrevista a los 40 o 50 años de ejercicio. Esta es una profesión que nunca termina”

Humberto Acosta

Premio Henrique Otero Vizcarrondo


-Una vez, una muchacha me preguntó en un seminario qué es lo que más me ha enorgullecido en todos estos años. Le dije: haber hecho lo que quise hacer siempre. De verdad. En esa medida, la posibilidad de hacer bien las cosas son muchas. Y sin frustraciones.

-Después de pasar por tantos medios, ¿qué siente por el periodismo impreso?

-Cuando estudie periodismo, en los años 70, la profesión estaba íntimamente ligada a estar en un periódico. Cuando estudiaba, soñaba con estar en una redacción. Y no en cualquiera, sino la de El Nacional. Me gusta mucho escribir. Todos los medios son buenos, la TV tiene un alcance extraordinario, también la radio. Pero yo a veces estoy en el estadio y volteo hacia donde se sientan ustedes y quisiera estar sentado allí. Y si fue un buen juego, mentalmente me planteo cómo empezaría la reseña ese día. Guardo mucho respeto por el periodismo impreso.

-¿Cómo lidia con el nuevo análisis en el beisbol? ¿Se adapta o se resiste?

-Yo me concentro en el juego. No quiero subestimar a nadie, pero veo una tendencia a decir numeritos y a repetir boletines. Yo me concentro en el juego. Por supuesto que uso numeritos, pero la médula de la transmisión es el juego, lo que está ocurriendo.

-¿Y qué piensa de la sabermetría?

-Yo utilizo numeritos. Eso tiene un valor, pero los veo como lo que son: información que ofreces a la gente. El periodismo es informar, educar y entretener. Son tres características que en el caso del periodismo deportivo encajan muy bien. Utilizo eso para informar a la gente. Los numeritos de tendencia vieja o nueva son una muestra bastante tangible de lo que pasa en el juego y eso hay que aprovecharlo al máximo. Son herramientas que te ayudan. Sólo soy un vaso comunicante. Sin embargo, hay muchísimo que aprender. Hace unos días hablé durante una hora con Iván Arteaga. Fue lanzador y hoy es coach. Salí pensando que no sé nada de beisbol.

-¿Puede recordar el sentimiento exacto que tuvo en 1978, al entrar por primera vez a El Nacional?

-Me gustaba mucho cómo escribía Rodolfo José Mauriello y por eso le dirigí una carta. Él me llevó al periódico, aunque quien me abrió la puerta fue Heberto Castro Pimentel, porque era el dueño de la casa entonces. Mentiría si no dijera que estaba asustado, pero también emocionado, porque había un grupo de personas que yo había leído siempre: Jesús Cova, Carlos Ortega, José Visconti, Luis Suárez, Rubén Mijares, Alí Ramos, Oscar Armao. La forma como me recibieron me reconfortó. Congeniamos muy rápido, me hicieron sentir parte del grupo. Y yo siempre he estado muy seguro de mis capacidades.

-¿Qué es lo que más disfruta del periodismo?

-La reseña es para mí el mejor de todos los géneros periodísticos, el que más se adapta al deporte y al juego. Siempre me he jactado de reseñas bien hechas, buscando un toque distinto. Y también, íntimamente, de poder tenerla lista 15 minutos después de último out. Una buena reseña es vital, hoy más que nunca, dada la presencia constante de la radio y la TV en prácticamente todos los estadios.

-¿Qué escribirá desde la próxima semana?

-Bueno, hay algo que ahora no me va a pasar, supongo, pero que sí me ocurría en mi primera etapa en El Nacional, en Meridiano y en Contrapunto.com. Como tenía que escribir todos los días, a veces me preguntaba: ¿qué voy a hacer para llamar la atención? Era un esfuerzo: tener que buscar algo diferente para escribir cada día. Con frecuencia trataba de ponerme en el lugar de los fanáticos, para precisar qué podría serles interesante de leer. Y escribía en función de eso. Por el feed back de la gente, creo que lo logré casi siempre. Como dije antes, me aterra verme encasillado y mantengo ese mismo criterio. Ya veré qué puedo hacer a partir de ahora.


“Me aterra que me encasillen como periodista que sólo habla del pasado. Hay que tratar de estar al tanto de la actualidad. Pero por el feed back de la gente, creo que casi siempre logré escribir lo que querían leer los aficionados”

Humberto Acosta

Premio Antonio Arráiz



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