Si usted quiere encontrar las demostraciones de poder más contundentes este año en la cofradía venezolana en Grandes Ligas, es mejor que mire al lugar correcto. No, no; desvíe los ojos y mente de Miguel Cabrera, Carlos González, Víctor Martínez, Asdrúbal Cabrera y Pablo Sandoval. Es mejor que vaya a la lista de los inesperados.

Uno de ellos es Willson Contreras, receptor de los Cachorros de Chicago con bastante potencial ofensivo que todavía no termina de explotar. El viernes pudo pavonear sus dotes al conectarle par de cuadrangulares a Mike Leake, abridor de los Cardenales, en San Luis.

Los dos estacazos exhibieron potencia. El primero fue medido en las 109 millas por hora y salió a banda contraria, por el jardín derecho. El segundo resultó un abuso para cualquier lanzador, pues  la pelota salió disparada a 113 millas, de acuerdo con MLB.com es el segundo bambinazo de mayor velocidad en la era del sistema Statcast.

La fuerza de las conexiones está lejos de ser casualidad. Contreras analizó desde el dugout los lanzamientos de Leake y desarrolló un plan para castigarlo. “No sabía que él lanzaba tan duro”, le dijo el careta a MLB.com. “Una vez que vi en la pizarra las 96 y 95 millas pensé: ‘Va a usar la recta conmigo, porque todos los demás se vieron algo atrasados’. Creo que tuve un buen plan”.

Apenas es el primer juego de dos cuadrangulares en la incipiente carrera de Contreras. Por eso se puede catalogar como sorpresivo el desborde de fuerza exhibido, aunque no tanto como lo que hace Marwin González, el utility de los Astros de Houston, quien la semana pasada también tuvo un careo de par de vuelacercas.

El versátil ambidiestro, inesperadamente, es el líder de los venezolanos en cuadrangulares con 9, a pesar de que no tiene un puesto fijo en la constelación titular de los siderales. En su trayectoria de seis campañas posee dos cotejos de más de un cuadrangular.

Habilidad y texanos. Cualquier foto de Ender Inciarte, jardinero de los Bravos de Atlanta, debería venir con una leyenda que diga: “Uno de los mejores patrulleros defensivos del beisbol”. Pero insospechadamente ha tenido destellos de la fuerza presumida por los grandes sluggers.

El 12 de abril le pegó dos jonrones a los Marlins de Miami y sorpresivamente ya sabía lo que era tener una actuación así, pues el 27 de septiembre de 2015 torturó a James Shields con par de tablazos. Y eso que Inciarte solo posee 18 bambinazos de por vida.

Robinson Chirinos y Rougned Odor no tienen un poder súbito y de rápido apagar, sobre todo el segundo quien en 2016 pegó 33 cuadrangulares.

Ambos miembros de los Rangers de Texas poseen en sus anales cuatro compromisos de más de un estacazo. El último de Odor fue el 3 de abril, en el Día Inaugural, frente a Corey Kluber, as de los Indios de Cleveland. Mientras que Chirinos lo hizo días después, el 21 del mismo mes, contra Nate Karns, de los Reales de Kansas City.

La Cifra

113

Millas por hora la velocidad en la que fue medido el segundo cuadrangular de Willson


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