El venezolano César Tovar se fue hace 25 años. Uno de los jardineros icónicos más importantes del beisbol nacional. Nació el 3 de julio de 1940 y murió el 14 del mismo mes, pero del año 1994. Jugó en las Grandes Ligas con Mellizos de Minnesota, Atléticos de Oakland, Filis de Filadelfia, Rangers de Texas y Yanquis de Nueva York.

El debut del guardabosque como profesional fue con Leones del Caracas a los 19 años de edad, en la temporada de 1959-1960. En esa campaña Tovar promedió para .243, con 4 cuadrangulares, 14 carreras impulsadas, 11 anotadas y 27 imparables en 111 turnos consumidos.

En la LVBP fue conocido en los primeros 5 años de su carrera como uno de los mejores guantes de toda la liga y esa destreza lo mantuvo dentro del campo como titular. Sin embargo, en la zafra de 1964-65 estalló su madero y terminó con promedio de .357, con 2 vuelacercas, 23 empujadas, 34 registradas y 17 bases robadas.

Las bases estafadas fueron su marca fábrica. La rapidez con la que se desplazaba por las almohadillas era digna de admirar. Pero lo que realmente asombró a la afición de Estados Unidos y de Venezuela fue la facilidad con la que se desenvolvió por el outfield, las jugadas más difíciles las hacía fáciles y es considerado uno de los mejores defensores de las praderas en la historia del beisbol criollo.

Pionero en hitos. Uno de los hitos que logró el caraqueño fue romper cinco no hit no run en las Grandes Ligas, de los cuales cuatro fueron con el uniforme de los de Minneapolis. De igual forma, en 1968, el 22 de septiembre, el criollo se convirtió en el segundo pelotero en la historia de la MLB en jugar las nueve posiciones.

Ese domingo del 68 comenzó el encuentro siendo lanzador, dominó a Bert Campanari con fly a tercera base, ponchó a “Mr. Octubre” Reggie Jackson, otorgó un boleto a Danny Carter y terminó dominando con elevado a la primera almohadilla a Graig Nettles.

En la segunda entrada fue receptor durante la entrada completa, en el tercer tramo del juego defendió la primera base, en el cual vislumbró a todos atajando un batazo de Jackson que terminó cayendo por la vía 3-1. En el cuarto inning salió a cubrir la segunda almohadilla y así fue capítulo tras capítulo hasta concluir la disputa.

Otro de los “goals” que alcanzó fue el de ser el primer venezolano en batear la escalera (conectar un hit, doble, triple y jonrón en un juego) el 19 de septiembre de 1972.  Además, fue el primer criollo en despachar 200 imparables.

Por otro lado, esa campaña del 64 fue sin duda la que catapultó al caraqueño a las Grandes Ligas y en 1965 hizo su debut con el conjunto de las ciudades gemelas, equipo con el que duró ocho años y lo impulsó a ser un referente de Venezuela en el outfield.

El oriundo de la parroquia caraqueña de El Cementerio se convirtió en uno de los grandes peloteros de la novena de Minnesota, confirmando que había llegado a las mayores para ser uno de los máximos exponentes en su posición.

El periodista Martín Pacheco, en la campaña del 70, le realizó una entrevista a Tovar en la cual el pelotero comentó: “La campaña que acabo de cumplir fue extremadamente buena, ya que me esforcé bastante, di el 150% y todo me salió cómo yo quería”.

Tovar quedó en el segundo lugar entre los jugadores con más imparables en toda la gran carpa. Conectó 173 hits y lideró a su equipo en ese reglón. Asimismo, fue el atleta con más encuentros disputados con 164.

Tovar terminó su carrera con los Twins con un average vitalicio de .281, 38 batazos de 4 esquinas, 319 carreras empujadas, 646 registradas, 193 dobles, 45 triples y 186 bases robadas.

Todo un león. Su carrera en las mayores fue buena, pero donde más relució fue en la LVBP con el conjunto melenudo. La combinación que existió durante 16 temporadas con Víctor Davalillo fue una de las mejores. Periodistas, aficionados y jugadores han comentado que ver un batazo caer por esa parte del outfield era muy complicado, puesto que ambos eran excelentes jardineros.

Con el equipo capitalino Tovar dejó un promedio más que prudente, su average de por vida con el Caracas es de .296, con 21, 287 remolcadas, 490 llegó a home, despachó 938 inatrapables, 144 biangulares, 29 triples y 123 bases estafadas.

“Pepa e’ Burra”, como le decían sus amigos, también participó con los equipos de Llaneros de Portuguesa y Tigres de Aragua. El venezolano César Tovar ingresó al Salón de la Fama de Venezuela en el año 2003.

        


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