Ben Simmons forma parte de los bases élites de la NBA actualmente. Los analistas lo ubican como uno de los mejores de la liga por su visión de juego, transiciones ofensivas y excelente definición. Pero hay un aspecto de su juego que no logró dominar en la temporada 2018–2019, que es su lanzamiento de tres.
El australiano culminó con un alarmante de 17-0 en tiros de tres puntos. Es uno de los peores registros de triples en la campaña. Simmons tomó este verano para trabajar duro en este aspecto del juego y utilizarlo como amenaza en esta nueva etapa de su carrera.
En una rueda de prensa, luego del día de encuentro con los medios de comunicación, avisó: “Si estoy desmarcado, lanzaré”. Lo dijo refiriéndose al tiro en el perímetro que tanto le costó meses atrás, incluso, en los Playoffs 2019 ante los actuales campeones, Raptors de Toronto.
Los 76ers de Filadelfia fueron uno de los equipos que más presencia tuvo en la Conferencia Este la temporada 2018-2019. A pesar del gran esfuerzo de sus pilares: Joel Embiid, J.J Reddick, Simmons y Jimmy Butler, se vieron opacados contra un Kawhi Leonard y unos Raptors inspirados.
La ida de Leonard a Clippers, podría facilitarle una plaza en Finales de Conferencia esta venidera temporada a los 76ers, luego de adquirir al 5 veces All-Star Al Horford, lo que le dará un juego interno más fuerte a la plantilla de Pensilvania.
Simmons demostró ser un base temible en defensa y ofensiva estas dos últimas campañas. Uno de los mejores pasadores e iniciadores de «quiebres rápidos».
Su números terminaron en: 16.9 puntos por partido, 7.7 asistencias (promedio menor al año 2018), 8.5 rebotes y 1.6 robos.