Michael Jordan
Foto: Getty Images

El documental El Último Baile, que relata la historia de la época dorada de los Bulls de Chicago en los años 90 y que se centra en su gran estrella Michael Jordan reveló varios detalles que los amantes del deporte desconocen.

Jordan es recordado como uno de los mejores deportistas en la historia y, a veces, como el basquetbolista más importante no solo de los Bulls sino del deporte en general, no obstante, varios sucesos marcaron su carrera y su vida personal.

Aunque el equipo de Michael Jordan vivía un momento envidiable en el 93, el 23 tenía que llorar la muerte de su padre en agosto, quien perdió la vida al recibir un tiro en el pecho.

James Jordan, considerado como el mejor amigo y la mayor motivación de la estrella de la NBA, fue uno de los grandes impulsores de la carrera del Air.

Tras su deceso, Jordan aseguró perder «toda la motivación» para seguir llevando al equipo en su espalda, lo que lo llevó a anunciar su retiro del deporte que lo llevó a la fama.

Aunque en ese momento se le acusaba de tener problemas con las apuestas, el basquetbolista aseguró que la única razón para dejar a los Bulls fue la muerte de su padre.

En ese momento, Jerry Reinsdorf, dueño del equipo de Chicago y de los White Sox, le ofreció un lugar a Jordan en el equipo de beisbol, no obstante, sería en el plantel de las Ligas Menores, con las promesas de la franquicia.

Lejos de pasar desapercibido, el ahora número 45 de los Sox demostró su habilidad para adaptarse a cualquier deporte y logró buenos números para el equipo.

«Michael pudo llegar a las Grandes Ligas», aseguró Reinsdorf en el documental.

Tras unos 22 meses lejos de la cancha del United Center, Jordan volvió para rescatar a los Bulls de una mala racha y devolverles la gloria a la que él mismo los condujo bajo el mando de Phil Jackson.

Aunque tuvo que «reconstruir su cuerpo» y «adaptarlo» de nuevo al baloncesto, la gesta del equipo de Illinois siguió su rumbo hasta convertirse en uno de los mejores planteles de la historia de la NBA.


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