Foto: Captura de video

Fue un momento de incertidumbre para el personal y los jugadores de Roland Garros. Si se quiere, hasta de pánico por la posibilidad de un atentado, en una ciudad castigada en ese sentido como París: de repente, mientras se desarrollaba la jornada del miércoles en el Bois de Boulogne, se escuchó una fuerte explosión. El estallido se oyó muy fuerte en todo el predio.

En ese instante, el alemán Dominik Koepfer se disponía a sacar en el segundo game del partido frente a Stanislas Wawrinka y quedó desconcertado, mirando al cielo y sin saber muy bien qué hacer, mientras que el suizo se quedó parado. Finalmente, las autoridades comunicaron que había sido un avión de combate que, en sus prácticas, rompió la barrera del sonido y ocasionó ese estruendo.

«Se escuchó un ruido muy fuerte en París y en su región. No fue una explosión, fue un avión de combate que rompió la barrera del sonido», escribió la Policía de París en su cuenta de Twitter, en la que instó a la gente a dejar de llamar a las líneas telefónicas de los servicios de emergencia.


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