Ancelotti y
Foto Archivo

La Fiscalía de Madrid solicita cuatro años y nueve meses de prisión para el técnico del Real Madrid Carlo Ancelotti por supuestamente cometer fraude a Hacienda. Se le acusa de defraudar más de un millón de euros en los ejercicios fiscales de 2014 (386.361 euros) y 2015 (675.718 euros).

Se trata del escrito de acusación de la Fiscalía en el procedimiento que siguió el Juzgado de Instrucción número 35 de Madrid, de cara al futuro juicio para el que aún no hay fecha.

La Fiscalía imputa al entrenador del Real Madrid dos delitos contra la Hacienda Pública. A pesar de que Ancelotti afirmó que era residente en España y reflejó que su domicilio estaba en Madrid, solo consignó en sus declaraciones de la renta las retribuciones de trabajo personal percibidas del club madridista. Omitió el rendimiento correspondiente a la explotación de sus derechos de imagen que cedió a otras entidades.

En su escrito, el Ministerio Público subraya que con el fin de eludir la tributación por los rendimientos de dichos derechos de imagen, tanto los recibidos por el Real Madrid como de otras marcas por eventos varios, el técnico acudió a un complejo y confuso entramado de fideicomisos y sociedades interpuestas para canalizar el cobro de los derechos de imagen.

Relata que Ancelotti firmó el 4 de julio de 2013 un contrato como entrenador del Real Madrid hasta el 30 de junio de 2016. Por él cobraría rendimientos de trabajo y rendimientos derivados de la cesión de los derechos de imagen al club. El contrato cesó en mayo de 2015 pero Ancelotti siguió viviendo en Madrid hasta finales de ese año.

La Fiscalía sostiene que con el fin de eludir la tributación por los rendimientos de dichos derechos de imagen, el técnico simuló la cesión de sus derechos de imagen a entidades «carentes de actividad real» y de capacidad de explotación que estaban domiciliadas fuera de España.

Para la Fiscalía, el técnico madridista perseguía «la opacidad de cara a la Hacienda Pública española y la ocultación del beneficiario real de los rendimientos procedentes de sus derechos de imagen. De manera que ni él mismo ni ninguna de dichas sociedades tuviesen que tributar por las cuantiosas cantidades percibidas en España o fuera de nuestro país».

Derechos de imagen

Detalla que Ancelotti firmó el 1 de julio de 2013 -justo antes de ser contrato por el club blanco- un contrato privado en el que cedía sus derechos de imagen a la entidad Vapia Limited por un periodo de diez años y un precio de 25 millones de euros. Él era el apoderado y gestionaba los derechos.

Más tarde se formalizó un anexo a este acuerdo que modificaba el plazo a solo tres años y el precio de compraventa de los derechos de imagen a un millón de euros.

Asimismo, el 4 de julio de 2013, y de forma paralela a su firma como entrenador del Real Madrid, se otorgó al acusado un contrato privado con el club en el que cedía 50% de sus derechos de imagen a la entidad deportiva. Mientras, el otro 50% lo tenía una sociedad «innominada» y «no determinada» que actuó en su nombre.

Dicha sociedad resultó ser Vapia LLP, domiciliada en Londres, y no la citada Vapia Limited, que es una sociedad constituida en Islas Vírgenes, circunstancia que no se comunicó al Real Madrid hasta un año después.

«De esta forma el acusado se valió de la sociedad Vapia LLP para que ésta se presentara formalmente ante el Real Madrid como titular de los derechos de imagen a pesar de que ni siquiera formalmente los tenía atribuidos, ya que el contrato de cesión referido de 1 de julio de 2013 era con Vapia Limited», precisa el escrito.

Ancelotti presentó sus declaraciones correspondientes al IRPF pero omitiendo «todo rendimiento correspondiente a la explotación de sus derechos de imagen (…). Llegó de esta forma a declaraciones con cuotas negativas», con un saldo negativo de 39.575 euros en el ejercicio de 2014 y de 529.076 de 2015, cantidades que le devolvió la Agencia Tributaria en ambos casos».

La Fiscalía precisa que los rendimientos derivados de la cesión de los derechos de imagen supusieron unos ingresos de 1.249.590 euros en 2014 y de 2.959.768 en 2015.

Además, según el Ministerio Público, el técnico también omitió en sus declaraciones la titularidad en propiedad de dos inmuebles en el extranjero.


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