Richard Páez
Foto Twitter

Con el timonel de La Vinotinto en incertidumbre total, luego de la renuncia de Rafael Dudamel al banquillo de la selección, debates van y vienen. En estas discusiones solo tenemos como certeza que el seguidor criollo quiere proyecto y buen fútbol, uno que puede ofrecer Richard Páez, quien ya lo hizo en el pasado.

Su nombre no sorprende a nadie en esta discusión, por ser uno de los técnicos venezolanos mejor valorados en la escala internacional y de los que tenemos mejor recuerdo liderando los colores nacionales.

La visión en el tema es clara y concisa, con Páez vimos la mejor cara del combinado nacional. No es solo un análisis de resultados el que debe prevalecer en estas horas para tomar una decisión, más bien es momento de elevar la altura de la discusión.

Y si tomamos eso como premisa, debemos observar que con Páez la Vinotinto mostró facetas impensadas en otras épocas para el fútbol venezolano, uno que tenía, por cierto, antes de su llegada en 2001 a la de mayores, años de más sombras que luces.

No se puede hablar de todo el crecimiento de nuestro balompié sin mencionar a Páez en esos diálogos, esa es la verdad. Crecimiento que vino ligado con ideas evolucionadas y que puso fin al mito de que no se podía jugar bien en nuestro fútbol.

Importaba el cómo ganar

Si ponemos en la balanza la estadía de Richard Páez como DT nacional y el crecimiento que brindó a la selección, no pueden quedar de lado sus postulados para el éxito que hoy se le reconocen.

Con una plantilla de jugadores no tan experimentados como la que hoy tenemos, optó por enseñar que para ganar y perder importaba el cómo.

Su visión permitió enseñar a esos futbolistas a competir con un estilo y una filosofía, lo que se traduce a un proyecto, ¿y qué necesitamos ahora? ¡Proyecto!

No solo es un pensamiento que tenga un seguidor, el mismo Gabriel Cichero, beneficiado de las ideas de Páez, lo ratificó.

“Desearía ver a Richard Páez dirigir a la Vinotinto, un hombre que me enseñó lo que es fútbol moderno en una época donde los centrales sólo le pegaban para arriba. Es un hombre de valores, inteligente, venezolano y que le gusta el buen fútbol. Experiencia le sobra”, escribió el menor de los Cichero.

Si alguno trata de argumentar contra esta posición puede hacerlo con naturalidad. Pero a los hechos es muy difícil contrarrestarlos. Son los mismos que reflejan que, al momento de Páez salir de la selección, dejó a una Venezuela quinta en la clasificación al Mundial de Sudáfrica 2010.

El fútbol venezolano está primero

Recientemente algunos analistas de este tema agregan a la discusión que es improbable que Páez vuelva ahora a La Vinotinto por sus diferencias con la federación, las cuales son evidentes.

Pero ante ese escenario la opinión pública debe imponer el pensamiento de que primero está la selección y luego las diferencias que puedan existir.

Solo así el fútbol venezolano podrá avanzar y evitará las alcabalas que ponen los egos personales y los intereses oscuros.

Esa debe ser la premisa, una que no es alérgica a que Richard Páez tome a un equipo que necesita de su experiencia y sus ideas, a tan poco de iniciar la competencia camino a Qatar ¿Habrá alguien en la federación que piense igual? Estamos atentos para esa respuesta.


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