Como el nombre lo sugiere, los Astros de Houston habitan en el cielo. En realidad, toda la temporada han estado allí, en las alturas. Desde arriba vieron a los demás equipos de la División Oeste de la Liga Americana y nunca bajaron a codearse con ellos. Siempre estuvieron por encima de los Medias Rojas de Boston en la serie divisional, y solo tardaron 4 juegos en celebrar su pase a la disputa por el campeonato del circuito.

Los Yanquis no pueden contar la misma historia. Sus probabilidades nunca fueron muchas. En la teoría estaban por debajo de los patirrojos en el Este y, si bien clasificaron a los playoffs después de derrotar a los Mellizos de Minnesota en el juego por el comodín, han hecho trizas los pronósticos en contra.

La complejidad del relato del débil que se transforma en fuerte está resumida en los enfrentamientos que tuvieron los mulos contra los Indios de Cleveland, los grandes favoritos de la postemporada, calificación que se ganaron por tener el mejor récord de la Americana (102-60), el staff de pitcheo más eficaz (3.30 de efectividad), que contaba con tres de los abridores más ganadores de la ronda regular: Corey Kluber (18 victorias), Carlos Carrasco (18) y Trevor Bauer (17).

Además de todas las ventajas hipotéticas, los indígenas ganaron los dos primeros juegos de la serie. Pero nunca lograron el laurel que les faltaba. Los Yanquis sorprendieron, como toda la temporada, y son ellos los que están en la final del joven circuito.

Nueva York y Houston, en alguna de las ciudades parará el banderín de la Americana. Y el primer choque será esta noche, a las 8:00 pm, en el Minute Maid Park, hogar de los siderales. Aunque no hay un iniciador anunciado por los Bombarderos del Bronx, ya hay dos señalados por los Astros: el zurdo Dallas Keuchel para hoy y el derecho Justin Verlander para mañana.

La voz venezolana

Quien sea que abra por los Yanquis deberá enfrentarse con el camarero José Altuve que, así como lo fue durante toda la campaña, es el bate más peligroso en Houston. El venezolano bateó de 15-8 en la serie contra Boston, con 3 cuadrangulares –todos en el primer juego- y .632 de OBP (promedio de embasado). Aunque los números sorprenden, para él solamente registran lo que ocurrió en el pasado. Nada de eso cuenta para el presente.

“Nada de eso cuenta para esta serie. Si alguien me pregunta cuál es tu promedio de bateo ahora mismo, respondería así: ‘es cero’”, le dijo el aragüeño a MLB.com. “Aun no he bateado un hit en la próxima serie, así que esa es mi forma de pensar en este momento”.

En el dugout, Altuve tiene la compañía de su compatriota Marwin González, utility que fue parte del tórrido bateo de los Astros en la ronda regular, al ligar un promedio de .303 y un OPS (sumatoria de embasado y slugging) de .907. No obstante, en la postemporada solo ha logrado 3 imparables en 15 turnos.

En las entrañas del clubhouse neoyorquino, el único venezolano es el infielder Ronald Torreyes que, a pesar de tener un ponche en su único turno en los playoffs, se ha adherido al buen ambiente del equipo, liderado por Bret Gardner (.320 ave.), Aaron Hicks (.318) y Didi Gregorious (3 jonrones y 6 carreras remolcadas). El trío ha cargado la ofensiva yanqui ante el apagón de Aaron Judge a quien le han metido 16 ponches en 24 turnos.


EL DATO

Las referencias numéricas sugieren que la serie entre los Yanquis de Nueva York y los Astros de Houston contará con muchos grandes batazos. En la ronda regular los dos equipos lideraron a las Grandes Ligas en jonrones. Los siderales conectaron 241 y los mulos 237


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