Todo comenzó cuando Bianca Andreescu tenía 16 años y se propuso ganar el US Open, escribió un cheque propio con el monto del premio del Grand Slam y se visualizó ganándolo. Le tomó tres años cumplir ese sueño.

La tenista canadiense se proclamó campeona del US Open en un partido que todos, tal vez ella incluida, consideraba imposible: derrotó a Serena Williams, que venía imparable y lista para conquistar una maleta de récords con este trofeo, el que hubiera sido su título 24 de Grand Slam. Se trata, pues, de una marca que solo tiene la australiana Margaret Court.

La pasión que le inyecta a su tenis, de técnica impecable, dice que le viene de su «pasión por el fútbol»

«Creo que, de alguna manera, está dentro de mí», dijo recientemente al ser consultada sobre el secreto de su éxito. «No me gusta perder, así que hago lo mejor que puedo en cada partido. Espero mucho de mí misma, así que creo que esa presión me ayuda a dar lo mejor de mí en los partidos».

Andreescu, que tiene un bagaje de 8 victorias y ninguna derrota en sus duelos contra las top 10, tras derrotar a la estrella estadounidense de 37 años de edad, comenzó a practicar varios deportes en su juventud, pero encontró su vocación una vez que se dedicó al tenis.

«Creo que me ayudó mucho porque practicar diferentes deportes hace que uno piense de manera diferente», indicó.

«Creo que también me ayudó mucho con mi coordinación. Creo que tengo una buena coordinación mano-ojo. Una vez que recogí la raqueta, me olvidé de todo lo demás».

Andreescu, cuyos padres son de origen rumano, jugó en el circuito juvenil y hace tres años empezó a pensar en cómo se sentiría al ganar el US Open.

«Me fue bastante bien en la gira júnior, así que creo que la transición a profesionales, con esos resultados, me ayudó a empezar bien», explicó. «Recuerdo que cuando tenía 16 años, después de ganar el título de Orange Bowl, me escribí a mí misma un cheque de este torneo, en el que, obviamente, ganaba el campeonato».

Ahora podrá cobrar el de verdad esos 3,8 millones de dólares. «¡No sabía que era tanto dinero!», dijo al recibir el premio entre risas.

«Guerrera y luchadora» 

Desde Venus Williams en 1997, el Abierto de Estados Unidos no había visto a una debutante llegar hasta la final.

La victoria elevó a Andreescu al quinto lugar del ranking mundial, con lo que igualó la mejor marca de la historia de una mujer canadiense establecida por Eugénie Bouchard en 2014.

Pero ahora se esperan cosas aún más grandes de ella.

«Creo que pronto será la número uno», dijo el entrenador de Serena Williams, Patrick Mouratoglou. «No demasiado pronto, pero en el futuro, porque ella tiene todo lo que se necesita para ser la número uno».

Andreescu, la primera ganadora canadiense de un Grand Slam, se emparejó con Monica Seles, quien en 1990 levantó el trofeo Roland Garros en su cuarta participación como la jugadora más rápida en ganar su primer título de Slam en la era Open.

«Es una guerrera y una luchadora», señaló su entrenador, Sylvain Bruneau. «Se esfuerza demasiado al competir».

«El paquete completo»

Ha disfrutado de una temporada de gran avance, ganando en Indian Wells con un wild card, y luego capturando el título de Toronto cuando una lesión en la espalda hizo que Williams se retirara en la final.

Llamó inicialmente la atención del ex capitán de la Fed Cup Bruneau en 2017 con una serie de actuaciones intrépidas para Canadá.

«Me atrevo a decir que ella es el paquete completo», dijo.

Andreescu es la jugadora de menos de 20 años en ganar un título de Grand Slam desde que la rusa Maria Sharapova lo hiciera también en Estados Unidos en 2006 y es la campeona más joven del US Open desde la rusa Svetlana Kuznetsova en 2004.

Cuando se le preguntó si esperaba ganar el US Open, fue sincera: «Todos los torneos en los que participo, quiero ganarlos». Lo hizo, y el cheque de mentira ya no lo necesita.


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