Deyna Castellanos
Foto. Archivo

La jugadora Deyna Castellanos divulgó este martes una denuncia conjunta de las jugadoras de la selección femenina de la Vinotinto por acoso, estupro y abuso sexual por parte del exentrenador Kenneth Zseremeta, quien estuvo a cargo de la selección entre 2008 y 2017.

Abuso sexual contra una jugadora menor de edad

En el comunicado se revela que una jugadora sufrió abuso sexual desde 2014, cuando tenía 14 años de edad, por parte de Zseremeta. No se mencionó cuál es la deportista agraviada, para resguardar su privacidad.

Tras la confesión de la joven, otras jugadoras se unieron y revelaron acciones de acoso.

Entre los detalles que se revelan en el documento, se encuentra que el exentrenador mantenía una relación de intrusión sobre la vida sexual de las jugadoras, aunque se trataba de menores de edad.

Deyna Castellanos

Pero las acusaciones sobre la intrusión y extralimitaciones de Zseremeta en la vida sexual de las jugadoras no son inéditas. Ya en 2019, Deyna Castellanos lo declaró en una entrevista.

En un programa de Erika de la Vega, la futbolista explicó que se alejó de Zseremeta luego de percatarse de que su manejo como entrenador sobrepasaba las funciones deportivas.

Algo de lo que se hizo consciente al irse a estudiar a Estados Unidos. Allí se percató de que el trato entre entrenador y jugadoras respetaba límites, los cuales Zseremeta no mantenía con ella ni con el resto de las jugadoras de la selección venezolana.

Castellanos explicó que para las jugadoras el nivel de intrusión del entrenador estaba normalizado.

Abrir los ojos

Castellanos recordó que Zseremeta fue su entrenador desde que ella tenía 12 años. Contó que su relación fue muy cercana.

«Él fue mi primer entrador de una forma bastante seria. Construimos una relación bastante buena en lo personal. Era una relación bastante familiar. Muchas veces, si él estaba en Maracay, desde mi familia lo invitábamos a almorzar y todo ese tipo de cosas», relató.

«Yo fui creciendo. Tuve el mismo entrenador hasta los 16 años. En ese momento, me vine a Estados Unidos a estudiar gracias a una beca para jugar con Florida State University. Cuando vine a Estados Unidos viví una realidad que era totalmente diferente a lo que yo pensaba que era normal. Lo que yo veía normal era una locura, como el entrenador metiéndose en mi vida personal, diciendo cosas indebidas, metiéndose en la vida sexual», explicó.

Y agregó que por medio de la comparación con el trato de su entrenador en Estados Unidos, abrió los ojos y comenzó a distanciarse de Zseremeta.

«Yo empecé a distanciarme porque yo vi que eso estaba mal, que él estaba haciendo las cosas mal, que estaba abusando de su poder», dijo.

Mundial de Jordania

La futbolista añadió que posteriormente, para el mundial de fútbol femenino de 2016 de Jordania, el entrenador comenzó a ponerla en malos términos frente a sus compañeras, diciendo que no tenía disciplina.

«Mi relación con él ya estaba en cero. Yo le dije que si tenía algo que decirme tenía que ser dentro del ámbito deportivo. Yo puse mi barrera», afirmó.

Despido de Zseremeta

Castellanos también se refirió a una polémica en la que se vio envuelta cuando el entrenador fue despedido. Momento en el cual ella estuvo de acuerdo con la salida del entrenador de la selección.

Una declaración que le valió múltiples críticas por parte de quienes consideraron que su comentario obedecía a razones políticas, debido a que previo al despido Zseremeta declaró que las jugadoras de la selección venezolana estaban desnutridas.

Esto, en medio de la crisis alimentaria en Venezuela, por lo que, las declaraciones tanto del entrenador como de Castellanos adquirieron un matiz político.

Al respecto, la futbolista explicó que, en realidad, su comentario no tenía relación con las declaraciones de Zseremeta sobre las desnutrición, puesto que no las vio, pero al enterarse de que la Federación Venezolana de Fútbol decidió despedirlo, le pareció lo correcto.

«Yo no sabía qué declaraciones él había dado. Simplemente yo sabía que la Federación lo iba a despedir. Ya yo venía con mi propia situación personal con él. No lo quería como entrenador, ni como amigo, ni como nada. En esa circunstancia me entrevistaron y dije: ‘Van a botar a Kenneth, perfecto’. Era perfecto para mí porque ya no tenía relación personal. Ya él no me parecía. Era un buen entrenador pero no me parecía que iba a seguir llevando lejos a la selección, porque ya ni las jugadoras lo respetaban, ni la Federación lo respetaba», contó.

Agregó que en aquella ocasión dijo estar agradecida con Zseremeta por lo que aportó a su carrera, pero que pensaba que su ciclo acabó.

 

 


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