Federer, Forbes

La temporada no está siendo tranquila para el suizo Roger Federer cuya cita preferida en el calendario, Wimbledon, fue suspendida. Un cúmulo de incidencias salpican su año, algunas incluso buenas y esperanzadoras.

Artroscopia en la rodilla derecha

Luego de caer en las semifinales del Abierto de Australia, contra el serbio Novak Djokovic (7-6, 6-4 y 6-3), y disputar contra Nadal una exhibición en Ciudad del Cabo, Federer anunció el 20 de febrero que se había operado de la rodilla derecha en Suiza. Esto significaba que estaría ausente de las pistas casi cuatro meses, justo para cuando comenzara la gira de hierba.

Federer: «La operación llegó en el momento preciso»

«Mi rodilla derecha estuvo molestándome por un tiempo. Deseé que se fuera, pero después de una revisión y discusión con mi equipo, decidí tener una operación artroscópica ayer en Suiza», dijo entonces.

La operación llegó en el momento preciso, porque luego el circuito se paralizaba debido a la pandemia por coronavirus, en principio hasta el 7 de junio, evitando al suizo su comparecencia en el polvo de ladrillo.

Pierde el número tres

En la clasificación del 2 de marzo, Federer perdió el número tres del mundo y se vio superado por el austríaco Dominic Thiem. Seguían como números uno y dos, el serbio Novak Djokovic y el español Rafael Nadal, respectivamente.

Cara y cruz para Dominic y Roger. Se generaban los primeros efectos de la ausencia del suizo en las pistas y, por contra, la mejor clasificación en la historia del jugador austríaco.

Juegos Olímpicos fuera del calendario

Después de perderse los JJ OO de 2016 por una lesión, la cancelación de los de Tokio salpicó también los planes de Federer que había expresado su deseo de acudir a la capital de Japón.

«He debatido con mi equipo durante algunas semanas sobre qué debía hacer el próximo año, después de Wimbledon, y al final mi corazón decidió. Me encantaría estar los Juegos Olímpicos otra vez», dijo en una exhibición en Tokio.

«Fui el abanderado de Suiza en Atenas (2004) y Pekín (2008), y gané un oro (en el dobles de ese 2008, junto con Stan Wawrinka) y una plata (Londres 2012). Me encantaría jugar otra vez».

Con las nuevas fechas de los Juegos (23 de julio y el 8 de agosto de 2021), Federer cumpliría 40 años precisamente el último día de la cita olímpica en la que solo podría participar con una excepcionalidad de la Federación Internacional de Tenis, ya que no ha jugado la Copa Davis durante el último ciclo olímpico y debería haberlo hecho al menos tres veces.

Su refugio, Wimbledon se suspendió

La suspensión del torneo de Wimbledon y, por ende, la de los torneos sobre hierba del circuito ATP, con ampliación de la fecha de parón hasta el 13 de julio, fue un jarro de agua fría para Federer, quien el próximo 8 de agosto cumplirá 39 años de edad.

Sus ocho títulos en Church Road hicieron que este recinto sea por el momento su mejor refugio para sumar más grandes, e intentar, en los años que le queden, aumentar su liderazgo en estos torneos.

El año pasado pudo ampliarlo, en una gran final en la que dispuso de dos puntos de partido contra Djokovic. Y su intención en este era regresar y mantener así su lucha contra Nadal en cuanto a Slams ganados.

«Estoy desolado. No puedo expresar con un ‘Gif’ lo que siento ahora mismo con esta noticia», dijo al conocerla.

La presión de Nadal aumenta

La ausencia de Wimbledon en el calendario supuso que Federer perdiera una gran oportunidad para mantener a raya al español en la histórica lista de ganadores del Grand Slam.

Federer sabe que sus máximas expectativas se centran en el Grand Slam de hierba, y que las de Nadal están fundamentadas en el de tierra batida. Con Londres fuera del calendario, y París aún en la cita, Nadal puede igualar los 20 ‘majors’ del suizo en Roland Garros.

Es cierto que el suizo aspira, incluso, a seguir en activo el año próximo, pero Federer llegaría a Wimbledon 2021 con cerca de 40 años de edad, una edad con la que ningún tenista en la historia ha conseguido alzarse con un Grand Slam. El más veterano fue el australiano Ken Rosewall, con 37 años y 2 meses. Un nuevo reto para él.

Primeras voces en su contra

El movimiento de fechas de Roland Garros (del 20 de septiembre al 4 de octubre), elegidas unilateralmente por los directivos franceses, dejaron en mala situación a la Copa Laver, prevista este año en Boston (del 25 al 27 de septiembre), torneo manejado por la empresa que dirige Federer.

Los días de la cita de Boston habían sido incluidos en el calendario oficial de la ATP. Y el cambio de París significó otro disgusto para el tenista de Basilea que, de momento, no se ha manifestado al respecto.

Pero al ganador de 20 Grand Slams ya le han enviado mensajes subliminales. Uno de ellos el del ex tenista italiano Adriano Panatta, campeón en París en 1976, quien en declaraciones al diario La Stampa comentó que las nuevas fechas de los Internacionales de Francia le parecían acertadas.

«Federer me cae bien, pero abrió una sociedad por su propia cuenta. Me imagino que entenderá la decisión de Roland Garros, un torneo que tiene más de 100 años de historia. No podemos andar todos detrás de él», expresó.

El factor edad y la motivación

«La pregunta que Roger tendrá que hacerse es cómo de motivado está para volver por otro año». El autor de la frase es el australiano Todd Woodbridge, nueve veces campeón de Wimbledon entre dobles y mixto, y su respuesta a los medios de su país.

«Cuanto menos juegues en este periodo y a esa edad es mucho más difícil volver luego y recuperarse, una vez que empiezas de nuevo», dice sobre el tránsito que impuso la pandemia.

«Creo que después de 2020 será una nueva era de gente tratando de crear récords, porque habrá habido un gran período de ruptura en el tenis», y añade sobre el suizo: «Ha detenido su potencial; creo que podría haber ganado uno o dos (Grand Slams), pero con este parón el hecho se vuelve muy poco probable para él».

Federer recupera su logo

No todo podía irle mal al fenómeno suizo que el 11 de marzo anuncoó que había recuperado su logo, ‘RF’ que en su día la multinacional Nike usó para diferenciar su línea personal de ropa.

El jugador lo recuperó de manera oficial el 19 de febrero después de negociar con la marca americana.

Federer había abandonado Nike el año pasado y firmado contrato por 10 años con la firma japonesa Uniqlo, la que viste al japonés Kei Nishikori y a la que perteneció antes Novak Djokovic.

Aquella alianza de Federer con Uniqlo representaba 26 millones de euros anuales para el suizo, aproximadamente 258 como cifra final. Este unión reforzaba su proyecto para regresar a unos JJ OO.

Humor y trucos en la nieve durante la cuarentena

Después de anunciar que donó un millón de francos suizos para ayudar a su país por los efectos de coronavirus, Federer apareció por fin en las redes sociales con raqueta en mano.

Colgó dos videos: uno de ellos en plena nevada, en su refugio en Los Alpes suizos, lugar elegido para recuperarse de la artroscopia en la rodilla derecha.

Allí se le vio golpeando la bola contra un frontón, imaginando golpes e intentando pasar la cuarentena de la mejor forma posible.

Sonriente, con buen humor, en ambos envió mensajes de apoyo, y recordó que había que «readaptarse a las nuevas situaciones» y seguir los protocolos de los gobiernos.

Esperanzas en nuevos proyectos

Después de ser suspendido Wimbledon y los torneos sobre hierba que preceden a este Grand Slam, entre ellos el de Halle donde tenía previsto reaparecer, Federer confirmó su deseo de volver al pasto germano en 2021, lo que significa que también pensaba en All England Club para la próxima temporada.

«Vivimos tiempos difíciles; sin embargo, saldremos fortalecidos de ellos. Ya hoy estoy contento y emocionado por mi regreso a Halle el próximo año. Manténganse saludables!», fue su mensaje esperanzador.


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