El gobierno regional de Roraima, estado brasileño en la frontera con Venezuela, decretó la emergencia social debido al intenso proceso de inmigración de venezolanos.

“Queda declarada la situación de emergencia social en el estado de Roraima debido al gran flujo migratorio de extranjeros venezolanos que carecen de cualquier medio de sustento y que ingresan a Brasil por la frontera con el estado de Roraima”, se especifica en el decreto que fue firmado por la gobernadora Suely Campos.

La gobernadora atribuye el intenso proceso de inmigración por el que Roraima ha recibido a cerca de 30.000 venezolanos en los 2 últimos años a la grave crisis socioeconómica de Venezuela.

Señaló que hay un flujo intenso, ilimitado y desordenado de venezolanos, sin medios ni condiciones para mantenerse, que llegan por la frontera. Tal éxodo, aseguró la gobernación, ha generado “serias dificultadas entre los equipos encargados de darles apoyo en la recepción y acogida en la frontera”.

El decreto fue publicado el lunes en el Diario Oficial del estado, pero solo trascendió cuando varias secretarías de la gobernación informaron sobre las diversas tareas que les fueron encomendadas para intentar atender la crisis generada por el éxodo de venezolanos.

Con validez de 180 días, la ordenanza sirve de alerta a las secretarías de Salud, Trabajo y Bienestar Social, Justicia y Ciudadanía y de Comunicación. Las intendencias son las encargadas de ofrecerles servicios públicos, como habitación, salud y educación, a los miles de inmigrantes en la zona, muchos de los cuales se han instalado en plazas y edificaciones públicas sin ninguna infraestructura.

La situación, agrega el respectivo decreto, también ha generado riesgos a la salud y a la seguridad tanto de los inmigrantes como de los brasileños, y exige una rápida respuesta del poder público para preservar la salud, la seguridad y la vida humana en el estado.

La gobernadora recordó que Roraima recibió esta semana una tercera alerta epidemiológica de la Organización Panamericana de la Salud por la posibilidad de que, como consecuencia de la migración, la región se vea perjudicada por el brote de sarampión que afecta desde hace seis meses al estado Bolívar, en donde han sido confirmados 38 casos de la enfermedad.

Datos divulgados por la Policía Federal en Roraima indican que la mayoría de los venezolanos que emigran al estado provienen de Caracas, más de 58% son hombres y jóvenes que oscilan entre 22 y 25 años de edad, 17,93% son estudiantes, 7,83% son economistas, 6,21% son ingenieros y 4,83% son médicos.

De acuerdo con cifras oficiales, entre enero y septiembre de este año, 12.193 venezolanos solicitaron refugio en Brasil tras haber ingresado al país por la frontera de Roraima. El número de solicitudes es 5 veces superior al acumulado en los 2 últimos años.

Los venezolanos han sido acomodados precariamente en refugios ubicados en ciudades fronterizas, como Paracaima y Boa Vista. Uno de los albergues en Paracaima tiene capacidad para cerca de 150 personas, pero actualmente atiende a 500, en su mayoría indígenas de la etnia warao.

En las calles de Boa Vista muchos de los inmigrantes están en busca de empleo. El Ministerio de Trabajo en el estado registró un récord en la emisión de permisos de trabajo a inmigrantes provenientes de Venezuela.


Los waraos en un limbo en Manaos

Más de 1.200 integrantes de la tribu indígena warao, asentados primordialmente en Delta Amacuro, que se habían trasladado al norte de Brasil, fueron removidos de las calles de la ciudad de Manaos, informó Reuters el mes pasado. La tribu warao quedó en un limbo cerca de la frontera con Brasil. Autoridades, organizaciones no gubernamentales, como la agencia para los refugiados de la ONU, Acnur, e iglesias les ofrecieron refugio temporal, pero el futuro de la tribu indígena sigue siendo indescifrable.


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