En un mundo cada vez más conectado gracias a la tecnología y las redes sociales, el valor de las relaciones personales sigue siendo insustituible. Los lazos humanos han sido fundamentales para el bienestar emocional, mental y físico desde hace siglos. Las interacciones cara a cara, el apoyo mutuo y el sentido de pertenencia que proporcionan las relaciones personales son pilares esenciales en la búsqueda de una vida plena y satisfactoria. En ese sentido, , que dirige el histórico Estudio sobre la felicidad humana de Harvard desde 1938, reveló la importancia de tener al menos dos personas de confianza a quienes recurrir en momentos de necesidad para ser feliz.
Según recuenta el portal ABC, en una charla del programa Aprendemos Juntos 2030 de BBVA, Waldinger explicó cómo compartir las preocupaciones. También habló de cómo afrontar el estrés con otros ayuda al cuerpo a volver a un estado de equilibrio. Además, destacó que la soledad crónica puede llevar a niveles elevados de estrés y afectar negativamente a nuestra salud.
Según el psicólogo, cuando hay experiencias estresantes, el cuerpo se pone en estado de alerta, «pero debería volver al equilibrio una vez desaparece, y eso normalmente se consigue al compartirlo. Yo cuando llego a casa y lo hablo con mi mujer vuelvo a la calma», reveló.
Ser feliz y las relaciones sociales
El estudio reveló que la calidad de las relaciones es fundamental. Tener vínculos fuertes y significativos con otros promueve la felicidad y la salud.
«Durante el proceso, les pedimos que hicieran una lista de personas a las que llamarían en mitad de la noche si estuvieran enfermos o asustados. Casi todas las personas tenía su lista, pero hubo algunas que no pudieron apuntar a nadie, incluso algunas eran personas casadas. Eso es un drama», manifestó.
Por ello, Waldinger insta a todos, independientemente de su personalidad, a cultivar amistades profundas y a involucrarse en actividades que les apasionen para ampliar su círculo social.
Además, enfatizó la importancia de mantener rutinas para fortalecer las relaciones cercanas, como pasar tiempo con amigos íntimos, hijos y parejas. Este enfoque proactivo en el cuidado de las relaciones es esencial para contrarrestar la creencia errónea de que las amistades permanecen inquebrantables sin esfuerzo. Según Waldinger, establecer puntos de encuentro regulares ayuda a preservar y fortalecer los lazos afectivos a lo largo del tiempo.