El planeta Tierra cuenta con un satélite natural llamado la Luna, que gira a su alrededor en un tiempo de 27,32 días aproximadamente, se afirma en el sitio de internet del Servicio de Hidrografía Naval.

Se destaca que, al igual que el planeta azul, tiene dos movimientos: rotación y traslación, ambos duran el mismo periodo y, por esto, siempre se ve la misma cara de la Luna desde la Tierra.

Durante este periodo, el satélite cumple con sus fases, las más reconocidas son: luna nueva, cuarto creciente, luna llena y cuarto menguante, «que corresponden a los instantes precisos en que las direcciones Tierra-Luna y Tierra-Sol forman un ángulo de 0 grados, 90 grados, 180 grados y 270 grados respectivamente», añaden en ‘SHN’.

Igualmente, se pueden destacar otros puntos como el tamaño, color y luz, que son efectos que dependen de otros aspectos como el Sol, la atmósfera, entre otros.

Hay que mencionar que, la razón por la que la Luna gira alrededor de la Tierra es por la fuerza gravitacional, que al mismo tiempo lleva al satélite a generar mareas en los océanos.

Este cuerpo celeste también tiene influencia en la rotación de la Tierra, su fuerza desacelera el movimiento del planeta aproximadamente dos milisegundos por siglo, lo que significa días más largos.

No se puede dejar por fuera que también influye en ciclos reproductivos y migraciones animales. Desde la parte esotérica, también se le atribuyen algunos “poderes” en el comportamiento humano.

¿Por qué la Luna a veces se ve roja a naranja?

En ocasiones se presentan eventos llamativos en los que la Luna se tiñe de rojo o naranja, y aunque hay quienes lo relacionan con temas sobrenaturales, desde la ciencia se tienen varias explicaciones.

De acuerdo con varios portales web en los que resaltan temas astronómicos, se explica que, cuando la Luna está cerca del horizonte, su luz atraviesa más la atmósfera, lo que dispersa los tonos azules y verdes, dejando pasar la luz roja, en cambio, cuando el cuerpo celeste está directamente encima de nosotros, la luz atraviesa menos atmósfera, por lo que puede aparecer con un tono más amarillento.

La luna de color naranja puede ser vista en cualquier estación del año, y a veces se presenta cuando hay una alta concentración de contaminación o polvo en la atmósfera.

Durante los eclipses lunares, la dispersión de la luz disminuye, lo que también puede dar lugar a que la Luna adquiera ese tono anaranjado.

KAREN CASTAÑEDA

REDACCIÓN ALCANCE DIGITAL

EL TIEMPO

 

 

 

 


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