Apple emitió una advertencia a los propietarios de iPhone en 92 países sobre la posible presencia de un «software» espía mercenario en sus dispositivos, según recogió TechCrunch.
Esta notificación forma parte de una serie de alertas que la compañía ha estado enviando desde 2021, dirigidas a terminales de la marca para informar sobre ataques espía mercenarios detectados en más de 150 países hasta la fecha.
Apple, en su página de soporte, describe el «software» espía mercenario como una de las amenazas digitales más avanzadas y peligrosas de nuestros tiempos, destacando su costo, sofisticación y la naturaleza destructiva de los ataques.
TechCrunch reveló que Apple informó a sus usuarios que podrían haber sido el objetivo de estos ataques, aunque no ha proporcionado detalles específicos sobre la campaña en curso.
La compañía tecnológica comunica a los usuarios afectados mediante un mensaje alarmante: «Apple detectó que usted está siendo objetivo de un ataque de ‘software’ espía mercenario que intenta comprometer de forma remota el iPhone asociado con su ID de Apple».
Esta advertencia se envía a través de la página de inicio de sesión de Apple ID, seguida de correos electrónicos y notificaciones de iMessage a las direcciones y números asociados a la ID de Apple del usuario.
Para contrarrestar estos ataques «excepcionalmente bien financiados» y en constante evolución, Apple sugiere varios pasos de seguridad. Entre ellos activar el modo de bloqueo de activación, mantener los dispositivos actualizados con el último software, protegerlos con contraseña y emplear un sistema de autenticación de dos factores (2MFA).
La razón detrás de la falta de detalles específicos sobre estas notificaciones, según Apple, es evitar que los atacantes mercenarios ajusten sus tácticas para evadir la detección futura.
Aunque en el pasado la empresa catalogaba estos ataques como «patrocinados por el Estado», ahora ha modificado esta descripción en su sitio web de soporte. Además, reitera que estos ataques están dirigidos principalmente contra periodistas, activistas, políticos y diplomáticos, enfatizando la naturaleza «continua y global» de esta amenaza.