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Foto: EFE

¿Suprimir la cuenta o dejarla intacta? Las redes sociales proponen soluciones para cuando un usuario muere e incluso Facebook invita a crear un perfil conmemorativo, pero para las familias, la elección no siempre es fácil.

Existen varias estimaciones sobre la fecha en la que el número de los muertos superará el de los vivos en Facebook.

Estudios recientes del Instituto Oxford Internet señalan que esto podría suceder antes de finales de siglo. Ello, en función del crecimiento de usuarios de Facebook, que tampoco será forzosamente eterna.

Ahora las plataformas tienen, por lo general, un formulario en sus páginas de ayuda que permite a los familiares señalar la cuenta de una persona fallecida y suprimirla.

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Google propone una especie de testamento digital para el conjunto de sus servicios, el cual sirve para borrar datos personales después de un periodo de inactividad.

No obstante, el asunto es más delicado para Facebook, cuyo modelo se basa en brindar la posibilidad de compartir con sus allegados los acontecimientos de toda una vida.

Desde 2008, la red social permite a las familias declarar, aportando documentos oficiales como prueba, la muerte de un allegado, para suprimir su perfil, o bien dejarlo intacto pero añadiendo antes de su nombre la mención “en recuerdo de”. La misma opción existe para su filial Instagram.

En 2015, Facebook también propuso a los usuarios anticipar su muerte, designando, así, a un legatario y comunicando sus últimas voluntades en Internet.

En abril pasado, este contacto obtuvo atribuciones suplementarias, sobre todo animar una nueva sección dedicada a los homenajes.

Sin embargo, estas opciones son desconocidas por buena parte del público, y las familias pueden toparse con tristes recordatorios, como los aniversarios.

Una joven confió a la AFP que el perfil de su compañero, fallecido en 2015, le pertenece. Eso ayuda a sus allegados a encontrar recuerdos. No obstante, solo se ha conectado una sola vez a la cuenta, para suprimir una publicación publicitaria.

Para ella, la transformación en una cuenta conmemorativa no es deseable: “Facebook no es un cementerio, no es el lugar adecuado para los homenajes”.

Si se suprimiera la cuenta de su compañero, sería partidaria de dejar un plazo a los amigos para que guardasen las fotos y mensajes que quisieran.

Algoritmos para limitar las notificaciones

Para otros, la cuenta del difunto es el lugar ideal para anunciar su funeral, una práctica bastante extendida, según un programa de búsqueda llamado Eternidades digitales, de la Universidad París 3, así como para dejar mensajes de pésame.

“Transformar un perfil en memorial puede ser percibido como un gran paso que no todo el mundo está preparado a dar”, reconoció en abril pasado la número dos de Facebook, Sheryl Sandberg.

Su esposo, fallecido brutalmente en 2015, tiene una cuenta de este tipo en Facebook. Sandberg también anunció el uso de algoritmos a fin de identificar las cuentas de usuarios muertos, así como para limitar las notificaciones, incluso antes de que sus allegados declaren su muerte.

La red social no respondió a las preguntas de la AFP sobre el número de cuentas conmemorativas, pero indica que unos 30 millones de personas las visitan cada mes.

“A Facebook le interesa (que no se supriman) las cuentas de los difuntos”, explica a la AFP, Ludovic Broyer, presidente de la empresa francesa iProtego.

Esta se encarga de asistir a familias de fallecidos para cerrar sus cuentas en redes sociales, de correo electrónico y hasta borrar el rastro en Internet.

“Estas cuentas suman páginas, clics, datos. Y Facebook, como todas las plataformas digitales, viven, sobre todo, de la calidad de sus datos, obtenidos a partir de la observación del comportamiento de sus usuarios”, afirma.

Así, el difunto continúa contribuyendo a la recolecta de datos en la red social, concluyó.


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