Los últimos datos entregados por el Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas a Plazo Medio revelaron que el agujero de la capa de ozono en la Antártida comenzó a formarse dos semanas antes de lo que se esperaba.
Estas mediciones llevaron al servicio de monitoreo europeo a catalogar el fenómeno como peculiar. El agujero en la capa de ozono se encuentra descentrado y se registraron indicios de inestabilidad, debido al dinamismo de la actividad registrada en la zona.
Como resultado de ello, la extensión del agujero progresa a un ritmo notablemente inferior de lo habitual. Esto podría implicar un agujero de menor tamaño y de menor duración.
El agujero en la capa de ozono se origina por la emisión de gases nocivos; en concreto, el de las de sustancias químicas procedentes de aerosoles, refrigerantes, pesticidas y disolventes. Por ello, se estableció el Protocolo de Monterreal en 1987 para revertir la situación. Actualmente todos los años se monitorea el tamaño y la formación del agujero en el Antártico.
Cada año, con el inicio de la primavera en septiembre, el Antártico es objeto del resurgimiento del agujero de ozono. Este fenómeno se origina porque durante el invierno del hemisferio sur toda la región polar queda sumida en la oscuridad lo que causa vientos distintos.
La evaluación científica realizada por la Organización Meteorológica Mundial declaró que la recuperación total de la capa tendrá lugar aproximadamente en 2060. Sin embargo, este año el agujero comenzó a formarse antes de lo esperado por los científicos, bajo circunstancias peculiares.