Por más de un año, Apple evitó los daños de la guerra comercial gracias a una ofensiva de encantos hacia la Casa Blanca de su director ejecutivo, Tim Cook. Sin embargo, se enfrenta ahora a su primer gran golpe. 

La nueva ronda de aranceles incluye los teléfonos móviles, lo que significa que el iPhone -fabricado casi en su totalidad en China-, quedaría gravado con un impuesto de 25%. Otros productos como computadoras y tabletas también afectarían a Apple. 

Eso deja a la empresa con una difícil elección: aumentar los precios, que ya son altos, y correr el riesgo de perder ventas, o absorber el costo adicional y perjudicar sus ganancias. Existe un “riesgo real de mayores costos de importación y/o destrucción de la demanda de los consumidores estadounidenses dependiendo de si Apple decide trasladar parte del costo arancelario”, escribió Krish Sankar, analista de Cowen Inc. “Dado que la mayoría de los productos de Apple se ensamblan e importan de China, el riesgo para las ganancias podría ser bastante importante”. 

China tomó represalias para aumentar los aranceles sobre las importaciones de Estados Unidos. Eso se aplicaría a componentes para el iPad y el iPhone. Por tanto, cuando se envíen a China piezas hechas en Estados Unidos, como cubiertas de pantallas de vidrio y sensores de reconocimiento facial también serán más caras. 

La principal preocupación es el iPhone. El teléfono representó 63% de las ventas en 2018 y sirve como foco de ingresos adicionales por servicios y dispositivos relacionados como Apple Watch. Los recientes cuestan entre 750 dólares y 1.450 dólares, por lo que cualquier aumento de precio podría poner los dispositivos más allá de los presupuestos de más consumidores. 

A fines de noviembre, Trump dijo que podría imponer aranceles a los teléfonos móviles y las computadoras portátiles, y añadió que los consumidores “podrían soportar” un aumento de 10% en los precios “muy fácilmente”. La empresa recortó sus proyecciones de ingresos. Y más recientemente, la compañía ha elevado los precios luego de actualizar los productos que ya han sido afectados por los aranceles. 

El Apple Pencil actualizado cuesta 30 dólares más que la versión anterior. El Mac mini más rápido cuesta 300 dólares más. Eso sugiere que la compañía puede adoptar un enfoque similar con el iPhone. Un iPhone XS Max de 1.249 dólares con 256 gigabytes de almacenamiento tiene un valor de 453 dólares en partes, de acuerdo con TechInsights. Un gravamen de 25% equivaldría a 113 dólares, aumentando el precio de compra en 9%.

Los otros modelos, iPhone XS y iPhone XR, podrían enfrentar un aumento similar. Morgan Stanley estimó que un iPhone XS de 999 dólares costaría 160 dólares más. Los analistas de JPMorgan prevén un aumento de precio de 14%. 

Si Apple pasa el costo total de los aranceles a los consumidores, la demanda podría caer entre 10% y 40%, estimó el martes Sankar de Cowen. Eso, a su vez, puede reducir las ganancias por acción entre 1% y 4% en el año fiscal 2020. 

Alternativamente, Apple podría absorber el costo y dejar intactos los precios del iPhone. Eso afectaría las ganancias por acción entre 6% y 7%, con base en un costo de 450 dólares por dispositivo y ventas anuales por unidad en Estados Unidos de 40 millones de dólares, informó Sankar.

Apple está aumentando la producción en India para evitar impuestos locales y ha realizado un trabajo similar con Foxconn en Brasil.


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