águila
Foto Rafaael García

Por Marijul Narváez (RIO VERDE)
@rioverdeoficia/@jul_narvaez

En nuestros viajes y expediciones por Venezuela siempre nos hemos topado con elementos que nos hacen pensar que sin duda esta es una de las regiones mas increíble del planeta, en nuestra reciente visita a las selvas húmedas del Sur del Orinoco para grabar un nuevo capitulo de nuestra serie Explorando maravillas con Río verde, tuvimos el inmenso privilegio de conocer de cerca una especie que ha sido objeto de leyendas épicas, la imponente águila harpía (Harpiaharpyja).

La «Diosa del viento» como es llamada por algunas tribus, los primeros exploradores europeos bautizaron a estas «temerarias criaturas voladoras con garras y picos en forma de gancho» con los nombres de las harpías de la mitología griega, unos seres con cabeza de mujer y cuerpo de ave rapaz. El águila harpía es considerada una de las aves de presa más poderosa del planeta, algunos la llaman la fuerza área de la naturaleza, miden entre 86,5 y 107 cm de largo y tienen una envergadura en sus alas de 176 a 224 cm, pesando entre 4 y 7 kg. Es poseedora de una muy aguda visión y audición que en conjunto con sus garras de hasta 15 cm de largo (las 2da garras de mayor tamaño del reino animal) la convierte una de las depredadoras más eficaces y temidas de nuestros bosques, es el máximo depredador de las selvas del centro y sur américa.

Resguardada en los intervenidos bosques de la reserva de imataca, nos recibe un veterinario venezolano que arriesga su vida para salvar al águila harpía, el Dr. Alexander Blanco, en medio de una zona impactada por la deforestación y la minería, se lleva a cabo el Programa Venezolano de Conservación del Águila Arpía, un proyecto que por mas de 20 años que ha logrado monitorear y proteger mas de 100 nidos. Luchando con los límites económicos y la realidad social y ecológica de la localidad donde se lleva a cabo,  este equipo, incesante a continuado trabajando para mantener el programa, creando un punto de referencia internacional para desarrollar proyectos similares en otros países de América Latina, haciéndolos merecedores del Premio Whitley 2017 y 2019.

El Whitley es considerado «el Oscar verde», es uno de los premios más grandes e importantes del mundo de la conservación y ha sido otorgado hasta ahora a dos proyectos venezolanos, siendo el Programa Venezolano de Conservación del Águila Arpía uno de estos en ser distinguido con tan importante reconocimiento. El éxito de este programa radica en la pasión, constancia y dedicación de su equipo de trabajo, que ha logrado no solo salvar a un centenar de águilas, sino también involucrar a la comunidad convirtiendo a cazadores, propietarios de tierras, traficantes y mineros en protectores. La visión a largo plazo de Alexander es desarrollar estrategias de protección lideradas por la población local para que la conservación sea más resistente a las perturbaciones económicas y políticas, intentando limitar la deforestación y proteger un mayor número de sitios de anidación. Su trabajo demuestra que con el enfoque correcto, el asentamiento humano no tiene que significar la extinción local de una especie.

Proyectos como el del águila afianza nuestra esperanza y compromiso en seguir explorando las maravillas de nuestra Venezuela megadiversa una tierra de gracias, porque «Conocer es proteger».


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