Las acciones en medio del primero de mayo se han convertido en un ciclo vicioso, endiablado, maléfico; todos los años el régimen venezolano decreta un incremento del salario mínimo y a su vez, este es el detonante para que el costo de la vida se dispare con mayor velocidad, para que los trabajadores tengan menos posibilidades de crecer y de progresar. 

Por un lado el régimen decreta el incremento del salario mínimo y por el otro lado los precios de los alimentos, medicinas, y todos los bienes y servicios del país se van por encima de las nubes. 

Todos los años pasa igual, y todos los años el régimen usurpador comete el mismo error. Constantemente hace anuncios económicos que en vez de mejorar la vida de los venezolanos la empeora en niveles sorprendentes. 

Lo que se vislumbra para este primero de mayo es lo mismo de siempre, un alza de los salarios, acompañado por una devaluación, mayor encarecimiento de los productos y mayor pobreza en el país. 

Sí, es un círculo terrible. El régimen aumenta sueldos, mas no la producción; saca a la calle más billetes inorgánicos, generando mayor inflación, la crisis empeora y la gente es la que paga los platos rotos. 

Y, como dice el viejo refrán “loro viejo no aprende hablar”, ya el régimen se acostumbró a esta metodología que le permite crear retórica, pero no efectividad, la cual permanentemente se desploma.

Desde esta tribuna les hago un llamado a los trabajadores venezolanos para que no permitan que los usurpadores los sigan engañando, que se sigan burlando de ustedes. 

En Venezuela cada vez que se anuncia un incremento del sueldo, la masa trabajadora en vez de alegrarse se entristece porque ya conoce las consecuencias de este tipo de medidas. 

Después del primero de mayo, e incluso antes, lo que se viene encima es más hambre, más inflación y sobre todo más desempleo. Las pocas empresas que subsisten en la nación no pueden con la carga económica, la inflación  y el caos económico que impera en el país. 

Y esto que vivimos, sin más ni menos, es lo que se llama socialismo. La destrucción de los medios de producción, el empobrecimiento de los trabajadores, ya sean obreros, técnicos o profesionales. Mientras que en la camarilla del poder, los enchufados, gozan del poder y de los beneficios que reciben de este. 

¡Trabajadores! Es el momento que ustedes, unidos como un solo hombre, salgan a las calles a protestar por calidad de vida, por un sueldo que no se diluya en la inflación, por condiciones de vida dignas, en las que su trabajo valga de verdad. 

Es el momento de que todos los trabajadores salgan a acompañar al presidente legítimo de Venezuela, a Juan Guaidó, en la convocatoria que acaba de hacer para expresar abierta, decidida y cívicamente su firme determinación por la libertad de Venezuela y por un país donde se pueda trabajar y vivir bien.


El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!