La tensión se apoderó desde este miércoles del Helicoide, el centro de detención del servicio de inteligencia de Venezuela en el que están recluidos políticos y otros internos de alto perfil.

A solo cuatro días de la elección presidencial en la que Nicolás Maduro busca la reelección, aparecieron en redes sociales videos en los que presos que afirmaron haber tomado el control de una parte de la sede a raíz de una golpiza a uno de los internos.

El fiscal general del país, Tarek William Saab, dijo el miércoles por la noche que «los hechos» acontecidos en el penal habían sido »regularizados».

Pero las instalaciones del Helicoide, en el centro de Caracas, amanecieron el jueves con una presencia reforzada de agentes armados y vehículos policiales, sin admisión para visitantes y con decenas de familiares apostados a las afueras asegurando que la toma sigue y exigiendo que los derechos de los presos sean respetados.

A pocas cuadras, tenía lugar la celebración del cierre de campaña de Nicolás Maduro al que asistieron cantantes, políticos y hasta Diego Armando Maradona.

¿Cómo empezó la «revuelta»?

No hay información oficial sobre qué pasó el miércoles en el Helicoide, un edificio diseñado en la década de 1960 para ser un moderno centro comercial y que hoy en día funciona como sede y centro de detención del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin).

Sin embargo, personas allegadas a los reclusos le dijeron a BBC Mundo que el supuesto motín tuvo lugar luego de que un »preso común» —se refieren a los que no son políticos, exfuncionarios o estudiantes opositores— golpeara a Gregory Sanabria, un estudiante detenido allí tras las protestas antigubernamentales de 2014.

«Salieron a defenderlo otros presos y estalló la revuelta antes del mediodía,antes de la visita. Después aparecieron las declaraciones en redes de los internos», le dijo a BBC Mundo Jackeline Sandoval, esposa de Rolando Guevara, detenido en El Helicoide desde 2004.

Sandoval se refirió a unas publicaciones en Twitter y Facebook, que no han sido corroboradas de forma independiente por BBC Mundo, en las que prominentes opositores detenidos afirman haber «tomado pacíficamente» la prisión y denuncian »torturas y extorsiones».

«Esto está tomado pacíficamente por todos los presos políticos y todos los presos que están aquí secuestrados que a diario son torturados, sometidos y extorsionados por el Sebin», dice Lorent Saleh, uno de los reclusos, en un video difundido en Twitter.

«Nos cansamos de que torturaran, hoy casi matan nuevamente a un compañero», añade, mientras otros presos llaman en voz alta a Gregory Sanabria, quien no aparece en el video.

En otras publicaciones de redes hay imágenes de Sanabria con golpes en la cara.

Familiares de los reclusos dijeron a BBC Mundo que agentes de seguridad lanzaron gases lacrimógenos hacia las celdas supuestamente tomadas.

Se desconoce cómo los internos tuvieron acceso a teléfonos celulares para publicar en redes, pero familiares fuera del penal surgieron cuestiones sobre por qué las autoridades no habían hecho uso del «corta señal», un método para impedir que haya recepción telefónica en las instalaciones.

¿Qué dicen las autoridades?

Pocas horas después de que aparecieran los videos en redes sociales, el fiscal general se pronunció sobre unos «hechos acaecidos» en el Helicoide, sin dar más detalles.

El funcionario aseguró por Twitter que una comisión del Ministerio Público (fiscalía) se trasladó al penal y »conversó con una representación de los privados de libertad» para «atender sus peticiones».

Según William Saab, la fiscalía manifestó «la voluntad de realizar las respectivas coordinaciones con las autoridades competentes, el sistema penitenciario y de justicia a objeto de resolver la situación planteada».

En una entrevista posterior con la cadena CNN, Saab habló de una situación «regularizada» en el Helicoide y negó que hubiese detenidos menores de edad o violaciones a los derechos humanos, como lo denuncian algunos presos y familiares.

¿Quiénes son los presos y qué piden?

No hay cifras oficiales sobre el número de detenidos en el Helicoide, pero la ONG Foro Penal Venezolano estima que hay unas 330 personas.

En los videos en redes que anuncian el supuesto motín, aparecen políticos y líderes estudiantiles opositores como Daniel Ceballos y Lorent Saleh, ambos detenidos en el Helicoide.

Según las grabaciones subidas a Twitter y testimonios de familiares que afirmaron haber hablado con los reclusos entre el miércoles y este jueves, los prisioneros «alzados» tienen tres exigencias:

  • Libertad inmediata de los presos políticos.
  • Acceso a la justicia para «cientos» de reclusos que denuncian retardo procesal y que tienen boletas de excarcelación.
  • La presencia del fiscal general del país para que vele por los derechos de los internos, dijo Ceballos.

En otras grabaciones, también figura el joven mormón estadounidense Joshua Holt, encarcelado allí desde junio de 2016.

«Hago un llamado a los estadounidenses: necesito de su ayuda para que me saquen de este sitio. Le he rogado a mi gobierno por dos años. Ahora mi vida está en peligro. ¿Cuánto más tengo que sufrir aquí?», dice Holt en uno de los videos.

El mismo miércoles, el encargado de negocios de EE.UU. en Venezuela, Todd Robinson, acudió a la sede de la Cancillería del país para hablar sobre el caso de Holt pero «no obtuvo respuesta», informó por Twitter la embajada de ese país en Caracas.

¿Cómo viven los presos en El Helicoide?

En las instalaciones del Helicoide conviven políticos encarcelados, exfuncionarios del gobierno, estudiantes y personas procesadas y sentenciadas por delitos comunes.

Algunos de los líderes opositores detenidos han sido acusados de incitar a la violencia, de planificar actos conspirativos contra el Estado, pero el gobierno de Nicolás Maduro niega que haya motivaciones políticas detrás de estas acusaciones.

Este jueves, a las puertas del penal se reunieron decenas de familiares de los detenidos.

Una de ellas madre de un interno de 22 años, quien denuncia que su hijo está hacinado juntos a otros presos en una celda y que al joven «solo lo dejaron salir a ver el sol una vez en un año y medio que lleva preso».

La mujer, que pide no divulgar su nombre, describe que la última vez que vio a su hijo fue el pasado domingo.

«Dentro de lo que cabe está bien, pálido porque no ve el sol, pero quiere que lo trasladen, está desesperado», dice.

Organizaciones no gubernamentales denuncian condiciones de hacinamiento en la sede del Sebin, cuya población de internos aumentó desde las protestas gubernamentales de 2014, según afirman a BBC Mundo familiares de los presos.

La sobrepoblación carcelaria, sin embargo, es un problema extendido en los centros de detención y prisiones de Venezuela.


El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!