s_bbcws.prop25=»[domain]»;s_bbcws.prop45=»[language]»;No es habitual ver llorar al hombre al que muchos habían tildado de «escoria» y «sociópata» por aprovecharse de los más débiles.

Pero cuando un juez de Brooklyn, en Nueva York, leyó la sentencia por la que tendrá que pasar siete años en la cárcel, Martin Shkreli no pudo evitar que se le cayeran las lágrimas.

El joven de 34 años, fue el director ejecutivo de la farmacéutica Turing y desde hace unos años manejaba dos fondos de inversión.

El tribunal lo ha condenado porque el año pasado mandó a sus clientes información falsa sobre el estado de las cuentas de sus depósitos, que sufrían enormes pérdidas.

Pero Shkreli ya se había hecho famoso mucho antes. Y era conocido como el «hombre más odiado de Estados Unidos».

¿La razón? En 2015 fue conocido por incrementar en más de un 5.000% el precio de un medicamento para personas con el sistema inmune débil después de que su farmacéutica se hiciese con la patente.

El abogado defensor de Benjamín Brafman en su llegada al juicio contra Martin Shkreli.

Una persona irritante

Durante el juicio, que concluyó este viernes con la lectura de la condena, su defensa había solicitado una pena de entre 12 y 18 meses de cárcel mientras que la parte acusatoria había pedido al juez una condena de 15 años.

El abogado defensor Benjamin Brafman reconoció que su cliente podía ser una persona irritante.

«Hay momentos en los que quiero abrazarlo, consolarlo y hay ocasiones en las que quiero golpearlo en la cara», dijo Brafman.

La actitud de Shkreli fue muy diferente a la que se le había visto en otras comparecencias ante el juez. «Acabé con la figura de Martin Shkreli con mis vergonzosas acciones», señaló el acusado en señal de arrepentimiento.

Martin Shkreli el pasado mes de agosto cuando un jurado lo declaró culpable de varios cargos por fraude.

¿El más odiado de Estados Unidos?

Entre esas acciones vergonzosas, puede que el joven se refiriera a lo que le hizo ganarse el apodo de «el hombre más odiado de Estados Unidos». Tras fundar Turing Pharmaceuticals, la compañía se hizo con la patente del medicamento Daraprim y subió el precio de la píldora a los US$750, más de un 5.000% de su coste original.

Las personas con SIDA, embarazadas y ancianos usan este tipo de fármaco para fortalecer su sistema inmunológico.

A Shkreli se le identificó como ejemplo de los excesos de las empresas y su imagen se asoció a la del lado más cruel del capitalismo.

Sin embargo, el aumento de precios no es ilegal (y ni tan si quiera inusual) en la industria farmacéutica de los Estados Unidos, así que no se enfrentó a ningún cargo por esto.

Pero lo que sí lo llevo ante los estrados judiciales fue una acusación de 2015 de haber cometido fraude y saquear millones de dólares de dos fondos de cobertura que él manejaba, el MSMB Capital y MSMB Healthcare.

Un juez lo halló culpable por eso y por inflar el valor de las acciones de Retrophin, una compañía farmacéutica que fundó en 2011.

Pero antes de la lectura de la condena definitiva, el abogado dijo que el joven estaba arruinado y sufría problemas de depresión y ansiedad.

Una extraña petición sobre Hillary Clinton

Mientras Shkreil esperaba recibir la decisión final del juez, se le permitió estar en libertad bajo fianza. Apenas un mes después, el joven hizo una entraña petición en redes sociales que acabaría con él entre rejas.

Hillary Clinton criticó duramente a Shkreli por los abusos en los que pueden incurrir algunos empresarios en Estados Unidos.

Shkreil pidió a sus seguidores que le llevaranel cabello de la ex candidata a la Casa Blanca, Hillary Clinton, a cambio de US$5.000. Ésta lo había criticado duramente en sus actos de campaña.

El juez le revocó la fianza de inmediato y Shkreli acabó en prisión. Este viernes se ha conocido por fin la sentencia.

Los fiscales se apoderaron de los activos de más de US$7,4 millones del joven, incluida la copia del álbum un grupo estadounidense de hip-hop, el Wu-Tang Clan, por el que se dice que pagó hasta US$2 millones en una subasta hace tres años.


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