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Las imágenes de un hincha siendo arrojado desde la tribuna del estadio Mario Alberto Kempes dieron la vuelta al mundo, como fueron la de su cuerpo inmovilizado en el suelo.

La víctima del más reciente acto de violencia en el fútbol argentino es Emanuel Balbo, de 22 años, quien murió este lunes tras pasar dos días internado en un hospital de la ciudad de Córdoba, a unos 700 kilómetros al noroeste de Buenos Aires.

El hecho ocurrió el pasado sábado durante el entretiempo del clásico de la ciudad entre Belgrano y Talleres, partido en el que sólo se admitió a los seguidores del conjunto local para evitar brotes de violencia.

Pero no pudo ser.

En la secuencia que mostró la señal de televisión del canal deportivo TyC Sports y que también captó el fotógrafo Facundo Luque del periódico cordobés La Voz del Interior se observa un enfrentamiento en un sector de la barra celeste de Belgrano.

Luego se ve a un hincha que comienza a bajar la grada mientras es empujado y golpeado.

El hincha llega hasta la parte superior de uno de los accesos a la tribuna, y mientras trata de escapar es levantado y arrojado al vacío.

En la imagen se ve a Balbo como intenta desesperadamente de agarrarse de una de las barandas, pero no logra hacerlo y su cuerpo desaparece entre la multitud.

La policía lo encuentra en el suelo con un fuerte golpe en la cabeza y lo traslada al Hospital de Urgencias, donde se dio a conocer «su estado crítico».

«Ingresó con fractura y hundimiento parietal, con edema cerebral, estado de conciencia muy bajo. Su estado es crítico, a tal punto que hay muy poco reflejo, tiene pocos signos de vitalidad cerebral», había expresado el director del centro médico, Maximiliano Tittarelli, en declaraciones a la emisora de radio Cadena 3.

Este lunes falleció.

Según la organización Salvemos al Fútbol, Balbo es la víctima número 316 desde que comenzaron los registros en 1922.

Y es la segunda fatalidad relacionada al deporte del balón en lo que va del año, tras la muerte del barrabrava del club San Martín de la provincia de Mendoza, Maximiliano Exequiel Lucero, asesinado de dos balazos en una interna por el control de la tribuna.

Con pasado

Las autoridades informaron que entre la noche del domingo y la madrugada del lunes detuvieron a cuatro de los implicados en la agresión, incluyendo un padre y su hijo menor de edad, pero todavía «falta detener al instigador», que cuenta con un antecedente judicial que lo vincula a la familia de la víctima.

«Hubo un homicidio culposo en 2012. El implicado en aquella situación (identificado como Oscar Eduardo Gómez) y el del sábado son la misma persona», declaró en su momento al canal de noticias argentino TN la fiscal encargada Liliana Sánchez.

El caso a la que se refiere la abogada ocurrió en noviembre de 2012 cuando Agustín Balbo, hermano de Emanuel y quien tenía 14 años, y su amigo Enrique Díaz, de 15 años, murieron cuando fueron atropellados por un auto que iba en una carrera callejera con otro vehículo.

Los dos conductores fueron detenidos y procesados, aunque todavía no ha habido sentencia por el accidente.

«Él fue a la cancha con un amigo y se encontró con Gómez. Primero, en el ingreso; y luego, en la tribuna. Hubo insultos, y Gómez gritó que era un infiltrado de Talleres. Los que estaban con él empezaron a golpearlo hasta que lo tiraron», le contó Raúl Balbo, padre de Agustín y Emanuel, a la Voz del Interior.

La versión de que Emanuel fue acusado de ser hincha de Talleres fue confirmada por la fiscalía, aunque la víctima estaba vestido con una camiseta de Belgrano.

El caso está siendo investigado como «tentativa de homicidio, agravada por la Ley de Espectáculos Deportivos» según explicó la fiscal Sánchez, quien reiteró que se trató de «un conflicto familiar, previo. No fue la gente de la barrabrava de Belgrano».

Máxima tensión

La muerte de Balbo no estuvo directamente vinculada con lo sucedido en el campo, pero el hecho que lo acusaran de ser hincha de Talleres hizo que la barra de Belgrano lo increpara y no lo defendiera.

Esa una realidad que se vive en el fútbol argentino, que como cuenta la periodista de BBC Mundo en Argentina Veronica Smink, la agresión a Balbo no fue el único incidente de violencia durante el clásico de Córdoba.

«Minutos antes del comienzo del partido un hombre de 25 años fue herido en el rostro durante incidentes que se dieron cuando los hinchas de Belgrano atacaron el autobús en el que llegaban los jugadores de Talleres», contó Smink.

«Según el padre de la víctima, su hijo recibió un impacto de una bala de goma disparada por la policía cuando intentaba proteger al plantel rival, y recibió heridas en un ojo».

La organización Salvemos al Fútbol indicó que Balbo es la víctima número 316desde que comenzaron los registros en 1922.

Y es la segunda fatalidad relacionada al deporte del balón en lo que va del año, tras la muerte del barrabrava del club San Martín de la provincia de Mendoza, Maximiliano Exequiel Lucero, asesinado de dos balazos en una interna por el control de la tribuna.


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