La comunidad indígena Yukpa se divide en dos grupos, los que habitan la serranía del Perijá del lado colombiano y los que se ubican en territorio venezolano | Foto captura de pantalla

El pueblo indígena Yukpa es una de las tantas poblaciones venezolanas que ha tenido que desplazarse hacia otras fronteras, en busca de supervivencia por la crisis que atraviesa el país.

Esta etnia es una comunidad considerada ancestral y originaria de la Serranía del Perijá en el estado Zulia. Ahora al menos 350 de sus habitantes viven desde hace tres años en un campamento improvisado a la orilla del río Táchira, en la ciudad de Cúcuta en Colombia, reseñó La Voz de América.

El hambre es uno de los principales problemas a los que estas personas se enfrentan a diario. Consideran que regresar a Venezuela no es una opción. Aseguraron que aunque en Colombia no pueden cubrir gastos médicos o de otra índole, al menos pueden comer.

«No podemos comprar con la plata en Venezuela. Todo está muy caro y no se consiguen medicamentos ni alimentos. Aquí en Colombia no importa, uno está trabajando y uno come”, explica José, un cacique del campamento levantado en Cúcuta.

En Venezuela, los Yukpa se dedicaban a la agricultura, fuente de trabajo con la que se alimentaban y mantenían a su tribu. En Colombia, los hombres de la familia se dedican a recoger chatarra, mientras que las mujeres se encargan de cuidar a los niños.

«Aquí estamos haciendo un trabajito, buscando chatarra. Hoy me fui a recoger chatarra y con eso estoy manteniendo a mis hijos. Los niños comen una sola vez al día«, relató a Venezuela 360 Dionisio Finol, uno de los dos caciques del campamento.

«Nosotros nos quedamos aquí y los hombres salen a buscar pimpinas para comer. Estamos rebuscando para comer y hacer al menos sopitas«, agregó Noremi Romero, una de las mujeres de la tribu.

Sin reconocimiento legal en Colombia

La comunidad indígena Yukpa se divide en dos grupos: los que habitan la serranía del Perijá, del lado colombiano, y los que se ubican en territorio venezolano. Los segundos reciben una ayuda limitada por parte del gobierno de Colombia por no tener reconocimiento legal como indígenas binacionales y no tienen el mismo acceso a los programas sociales de la jurisdicción indígena especial de ese país.


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