El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ofreció este martes en la Asamblea General de la ONU «abrir sus puertas» a los religiosos católicos que «sufren persecución» por el régimen «dictatorial» del nicaragüense de Daniel Ortega.
«Brasil abre sus puertas para acoger a los padres y monjas católicos que han sufrido persecución del régimen dictatorial de Nicaragua», aseguró Bolsonaro. Además, dio un discurso con tintes electorales en el que desgranó los logros obtenidos por su gobierno y en el que se declaró «defensor incondicional» de la libertad de expresión y del derecho religioso en su país.
Su gobierno, dijo, «ha trabajado para traer el derecho a la libertad de religión al centro de la agenda internacional de los derechos humanos». Del mismo modo, calificó como una garantía «esencial» de que «todos tienen derecho a profesar y practicar su orientación religiosa sin discriminación.
Brasil repudia persecución religiosa
Brasil, «repudia la persecución religiosa en cualquier lugar del mundo».
Asimismo pidió «un alto el fuego inmediato» en Ucrania. También abogó por que se mantengan los «canales de diálogo» para resolver el conflicto cuyo impacto «nos sitúa a todos a contramano de los objetivos del desarrollo sostenible».
Tras pedir una reforma del sistema de la ONU, Bolsonaro dijo que «80% de la Amazonía sigue intocada» pese a las noticias de la prensa internacional en sentido contrario.
Juego de reelección
Bolsonaro aseguró que «extirparon la corrupción sistémica» que hubo entre 2003 y 2015, durante el período en que «la izquierda presidió» Brasil. Del mismo modo citó el «endeudamiento» de la petrolera estatal Petrobras por «mala gestión y desvíos», que se elevó a los 170.000 millones de dólares.
«Ese fue el Brasil del pasado», aseguró.
Bolsonaro presentó a las delegaciones de los 193 países de la ONU un Brasil en «plena recuperación» a finales de 2022 y la pobreza en caída «acelerada» pese al lastre de la guerra en Ucrania, que está poniendo en jaque a la economía mundial.
Venezolanos huyen del hambre y la violencia
También destacó que su país ha recibido a más de 350.000 venezolanos que «huyen de la violencia y el hambre». Además de haitianos, sirios, afganos y ucranianos.
El equipo de verificación de la AFP comprobó que pese a las afirmaciones de Bolsonaro, varios de sus ministros fueron objeto de investigaciones por corrupción. Un ejemplo de ello es el extitular de Medioambiente, Ricardo Salles, sospechoso de estar relacionado con operaciones de tala y contrabando ilegal de madera en la Amazonía.
El mandatario aseguró además que en Brasil el número de feminicidios cayó 7,7% durante su gobierno. Pero mientras que en 2018 se registraron 1.229, en 2021 fueron 1.341, según el Anuario Brasileño de Seguridad Pública.