Keeping Up with the Kardashians llega a su fin. Luego de 14 años y 18 temporadas, para un total de 285 episodios, la familia Kardashian decidió dar por terminado su reality show. El 8 de septiembre de 2020, Kim, Kris y Khloe publicaron en sus cuentas de Instagram la decisión. Agradecieron a sus fans, a E!, a Ryan Seacrest y Bunim/Murray por creer en ellas. El comunicado fue firmado por Kris, Kourtney, Kim, Khloé, Rob, Kendall, Kylie y Scott Disick.

Con millones de televidentes y seguidores en todo el mundo, el programa escribió un capítulo dentro de la cultura pop. Mario Aranaga, periodista de entretenimiento y moda, explicó que las personas conocen a las hermanas Kardashian aunque no hayan seguido el reality ni conozcan sus carreras.

“No se puede tapar el sol con un dedo. El clan Kardashian permeó la cultura pop con un formato de televisión que era bastante novedoso para ese momento. Además, venía de uno de los canales de televisión más seguidos y queridos por la gente joven que consume entretenimiento”, dice Aranaga.

El primer episodio se transmitió el 14 de octubre de 2007 en E! Entertaiment Television, una producción de Ryan Seacrest. Durante 14  años, el público ha podido ver la evolución de la familia, personal y profesionalmente.

“Es una familia que se vio crecer en la televisión. La gente siguió muy de cerca todos los procesos que vivieron. Si revisamos lo que era Kim Kardashian en 2007 y lo comparamos con lo que es ahora, vemos todo lo que ha hecho. No solo como una expresión de crecimiento y de madurez. Sino la cantidad de productos que eso ha inspirado”, señala el periodista.

Jeff Jenkins, que cuando conoció a los Kardashian era un modesto productor en una compañía de programas de telerrealidad de bajo costo, dijo a la revista Vanity Fair que Kris Jenner es la responsable del éxito de la familia. Aunque en los años ochenta Kris no tenía intenciones de ser famosa, ha sabido aprovechar las oportunidades en la industria y ahora suma un patrimonio de 60 millones de dólares.  “La idea de que la familia apareciera en pantalla fue 100% de Kris Jenner”, comentó Jenkis, que ahora es el vicepresidente de Bunim Murray, multinacional cuyo producto estrella, Keeping up with the Kardashians, se ve en 130 países.

Pero con el éxito también vinieron las críticas. Para medios como The New York Times el show de las Kardashian no representaba la vida de una excéntrica familia con una vida particular. “Se trata, básicamente, de un grupo de chicas desesperadas por alcanzar fama”.

Keeping Up with the Kardashians, que inició su penúltima temporada el 17 de septiembre en Estados Unidos, ha recibido al menos ocho premios en los Teen Choice, People ‘s Choice Awards, MTV Movie Awards  y Premio Telly.

Cuando comenzó a transmitirse el programa, su figura principal, Kim Kardashian, tenía 25 años de edad y sobresalía por acompañar a Paris Hilton en eventos sociales. Ahora, con 39 años, posee un patrimonio valorado en más de 900 millones de dólares y cuenta con más de 188 millones de seguidores solo en Instagram. Está casada con el cantante Kanye West, el segundo en la lista de Forbes entre las estrellas mejor pagadas, y tienen 4 hijos.

No se puede negar el éxito de la familia, dice Aranaga, quien tiene claro que no fue suerte ni tampoco una fórmula mágica. “Lo que define su éxito es el trabajo que han hecho. El mundo era muy distinto en 2006, 2007, y Kim era del grupo de Paris Hilton y mira lo que pasó con Paris. La necesidad de ser famosas y de tener dinero les dio a las Kardashians una fuerza y un compromiso con el trabajo. Eso lo hemos visto, porque son multimillonarias. Nos guste o no, no podemos negar que son mujeres trabajadoras que se apoyan la una a la otra y que han sabido tender redes. Además, vieron el negocio antes que muchos. Ahora quién no quiere estar al lado de las Kardashians”.

Kylie Jenner, que cuando la serie comenzó tenía 9 años de edad, ahora tiene 21 años y es multimillonaria. Con una fortuna estimada en mil millones de dólares, según la revista Forbes, la magnate del maquillaje es el miembro más rico del clan Kardashian, liderado por la «momager»  Kris Jenner. En las redes sociales, las Kardashians-Jenners suman más de 500 millones de seguidores, lo cual significa una gran audiencia para sus proyectos.

“Es difícil que llegue otra familia y alcance un éxito similar. Principalmente porque creo que esa etapa ya se acabó. Que ellas decidan terminar este proyecto es un indicador del agotamiento de este modelo. Todas esas copias son absurdas porque además les toca competir con todos los que tienen un celular. Ya cualquiera puede, mediante las redes, hacer su propio reality show”, destacó Arenaga.

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Para el experto en moda, la influencia del denominado clan Kardashian no solo fue en la televisión: lograron convertirse en una referencia en la moda, creando grandes empresas que en la actualidad generan millones de dólares.

“Usaron su fama, su cuerpo y sus gustos para generar empresas exitosas y multimillonarias, de ropa, maquillaje; es increíble la cantidad de cosas que han comercializado, y eso es una extraordinaria habilidad. Además, predijeron todo esto que está ocurriendo en las redes sociales y los influencers”.

Tal ha sido la fama de las hermanas que lograron entrar en el mundo de la moda y estar al lado de grandes diseñadores. Esto, a pesar de sus diferencias al momento de escoger o diseñar nuevas piezas.

“Evidentemente ha habido un cambio en el mundo de la moda. Lo interesante es cómo todos los estilos conviven y deben convivir. Es decir, nadie imaginó nunca ver fotografiada a Kim Kardashian al lado de Valentino. Porque Valentino nos tenía acostumbrados a lo opuesto que usa Kim. Entonces, ver esas alianzas nos indica apertura”.

Añadió: “Yo siento que las mujeres de esa familia tienen un poco de rasgos de toda la cultura americana. Sus siluetas corporales y esa estética tan particular hace pensar que son una gran mezcla. Ellas pueden usar Chanel, Valentino, Louis Vuitton. Pero al mismo tiempo tienen una gran influencia afroamericana en sus uñas y su maquillaje”.

Las cinco hermanas han incursionado en el mundo del modelaje e incluso han creado sus propias marcas de ropa y maquillaje.

“La moda no cambió con la llegada de ellas, pero sin duda muchos diseñadores como Olivier Rousteing se inspiraron en ellas para crear piezas que representarán lo sexy, extravagante y glamoroso. Todo lo que ellas representan, sus lujos”, dice Mauricio Cilling, comunicador de moda y blogger.

Para Cilling, las Kardashian cultivan relaciones con grandes ídolos de la moda y por eso han mostrado una gran influencia. Comenta que el éxito mediático las acercó a la alta costura: modelan para grandes firmas y tienen en su closet prendas de los más codiciados diseñadores. Y hay un nombre que sobresale: Kendall Jenner.

“La influencia de las hermanas ha sido importante en la propuesta urbana. Mucho más de lo que muestran en su programa, desde sus primeros años vimos que son mucho más vanguardistas, incluso tenían su tienda Dash en la que mostraban su visión de la moda. A medida que asistían a los grandes eventos de moda en París y Nueva York, comenzó su influencia.  También impulsaron a muchos diseñadores”, agrega el blogger.

Pero, dice, no todas son embajadores de la moda. Especialmente porque muchas se dejan llevar por las tendencias, dejando a un lado sus propios estilos. “Ellas demuestran todo lo mediático y son vanguardistas en la moda. Considero que Kris Jenner y Kourtney Kardashian tienen un estilo propio, mientras que Kim y Khloé se rigen por las tendencias, a veces un poco irracionales”.

Y aunque ponen fin al programa, en 2021, las hermanas Kardashian continuarán alimentando la industria del entretenimiento y la moda. “Ahora la gente se interesará más en ellas. Se dieron cuenta de que con las redes sociales tienen más poder y control de lo que quieren mostrar y de su privacidad”, concluye.


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